En estos tiempos veloces, de heridas mal cicatrizadas
De tiempo para mi tiempo, de poca decencia y menos prisas
Ahora que (gracias Joaquín) las floristas no me ignoran
Los archivos se incendian, los visitantes retornan
Aprendí que los besos son más baratos sin licitación
Que los escudos más blandos son los de latón
Que los daltónicos abundan, y hasta parecen mayoría
Que los tachos de basura no se patearán solos en las esquinas
Habrá que declararse (gracias Fito) incompetente
Y saber empezar todo de nuevo
Y volver a sentir como inocentes
Habrá que recordar bien las mentiras más hirientes
Y curarse el corazón amoratado.
Y escuchar sólo aquello que uno siente.
(Ya se, es un soneto berreta; pero cualquiera tiene un blog. Buen año, Felices Vacaciones; nos vemos el 11)