jueves, 28 de mayo de 2015

El fútbol es otra cosa

Ante el escándalo de la FIFA, y para reivindicar el fútbol que todos queremos, utilizo estas sabias palabras:

"En un partido de fútbol caben infinidad de novelescos episodios.
Allí reconocemos la fuerza, la velocidad y la destreza del deportista. Pero también el engaño astuto del que amaga una conducta para decidirse por otra. Las sutiles intrigas que preceden al contragolpe. La nobleza y el coraje del que cincha sin renuncios. La lealtad del que socorre a un compañero en dificultades. La traición del que lo abandona. La avaricia de los que no sueltan la pelota. Y en cada jugada, la hidalguía, la soberbia, la inteligencia, la cobardía, la estupidez, la injusticia, la suerte, la burla, la risa o el llanto.
Los Hombres Sensibles pensaban que el fútbol era el juego perfecto, y respetaban a los cracks tanto como a los artistas o a los héroes"
 
 
 
Necesitamos, ya ven, más Hombres Sensibles.

PD: Les dejo las dos partes de una pequeña historia que escribí y que, en este contexto, toma una nueva relevancia

miércoles, 27 de mayo de 2015

Que más quieren?

"Me quieren y me votan porque no miento, no soy hipócrita, no robo y porque labure toda la vida. ¿Qué más pueden pedir por un candidato?


La frase pertenece a Miguel Del Sel, candidato a gobernador del PRO por la provincia de Santa Fe.

Vamos, antes que nada, a decir que nos rompe la paciencia aquí en la Varietè que se utilice la trayectoria de famosos como capital político. Esto lo hacen todos los espacios, algunos candidateando estrellas, y otros mostrándolos como aliados. En cualquier caso, todos los "famosos" tienen derecho a expresarse (y quienes no lo son también, por caso). Pero utilizar eso para votos... que se yo.

Ahora bien, salgamos de la persona, y vayamos a la frase. Le damos un momento para leerla.

Traemos aquí a colación la idea de Honestismo. Martín Caparros la elabora en estos dos posts, de manera muy coherente. A riesgo de que no regrese a este blog, le pedimos que los lea. Son controvertidos, no los adscribimos 100%. Pero explican bien la cosa.

Ahora bien, suponga que usted necesita una operación. Una intervención quirúrgica, para hablar con propiedad. Le presentan entonces a dos tipos: uno honesto, sincero, gran laburante, para nada ladrón, que nunca posó sus ojos en nada que le fuese ajeno, y que gracias a eso ha hecho una hermosa carrera como albañil. El otro es un tipo cuyas cualidades morales usted desconoce. Pero el tipo es médico.

¿A cuál de los dos le permitiría usted acercarsele con un bisturí en la mano?

No responda aún. Suponga que el segundo tipo le es infiel a su esposa, tiró varios cheques voladores, le miente a sus amigos, y es hincha de Racing.

Ahora si. Respóndame.


Nadie duda de la honestidad y la bonhomía de Miguel del Sel (o si, pero no viene al caso). De cualquier modo, seguramente el tipo cree que él es lo mejor para su provincia. Pero a la pregunta "¿qué más se le puede pedir a un candidato?" respondemos capacidad, experiencia, coherencia, gestión, compromiso, ideología, y una larga, larguísima lista de etc.

Usted me va a contra argumentar, seguramente, que la política, a diferencia de la medicina, está directamente relacionada con la honestidad.Y yo le digo que agotar las condiciones que un candidato tiene que cumplir en "ser honesto" es como agotar las condiciones de un nadador en "no ser alérgico al agua".

Es OBVIO que es necesario ser honesto para ser político, independientemente del hecho de que los actuales no lo son en su mayoría. Lo que no parece tan obvio es que, si un tipo, con perfecta honestidad, sugiere que a los pibes hay que darles cinturonazos, o hay que sacar la AUH para evitar que las adolescentes se embaracen por la plata, ese tipo está representando una ideología que es, en nuestra opinión, reprensible, y que nunca tendrá nuestro voto. ESA es la discusión que tienen que dar todos los candidatos, y no ver si son más o menos buenos.

El hecho de que la discusión efectivamente ronde en torno de eso es lo grave. Porque desde el momento en que la honestidad es una característica distintiva, lo demás, la sustancia, pasan a un segundo plano. Y la sustancia es lo que permanece. O sea: que un candidato no sea honesto directamente lo descalifica, como al nadador alérgico. Una vez que quedamos los no alérgicos, ahi recién vamos al agua.

Al final, Miguel del Sel termina teniendo razón! En términos de candidaturas actuales, él es un candidato bárbaro. Al fin y al cabo, la ideología no está en discusión. Y Miguel del Sel jura que él no es alérgico. Con eso le alcanza.


PD: Ojo! No se hagan los rulos, jeje. Hablo de Del Sel, pero esto se aplica trasversalmente a todos los políticos y referentes sociales.