miércoles, 17 de octubre de 2007

Fotos

reedito éste pequeño relato, porque me gusta


El colectivo amaga a seguir, y para de repente, sobre la senda peatonal. Un hombre cruza la calle apurado. A mi lado un Taunus frena despacio.
Ella se pone a hacer malabares. Las pelotas coloridas se mueven arriba, abajo, arriba, en diferentes piruetas. Lo hacen solas, como si las manos que las mueven no pudiesen hacer otra cosa.
Ella mira para otro lado. Ni sus manos, ni los malabares, ni a la gente. La lejanía la tiene atrapada ¿O será otra cosa?
De repente, termina. Guarda sus cosas, y extiende las manos, ahora renovadas, hacia las ventanas del Taunus. Su mirada sigue perdida; hay algo más que la atrae.
Pienso que tal vez, ella esté mirando atentamente aquello que nosotros no conseguimos ver.