jueves, 29 de mayo de 2014

Cracias por nada

Hoy me levanté y dije "que concepto controvertido puedo defender como para meterme en quilombos?"


La democracia es, dicen los que saben, el mejor sistema de gobierno que se ha inventado hasta acá. Claro, algunos estaban en desacuerdo (nosotros tenemos nuestras dudas) pero, a los efectos de este post, vamos a dar esa afirmación por válida.

Las alternativas de la democracia son muchas. El juego de poderes (no me refiero a legislativo, judicial, ejecutivo, sino a poderes fácticos) condiciona casi siempre a los actores políticos. Esto implica, por ejemplo, que cuando un ejecutivo asume muchos en su gabinete son "favores" que se pagan con cargos.

Ahora bien, al grano: el nepotismo. A propósito de José Alperovich, gobernador de Tucumán, les dejo este link en el que un medio se rasga las vestiduras por el rampante nepotismo en la política argentina. Para aclarar, el nepotismo es la "desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos", de acuerdo con la RAE. O sea, amparados en el poder discrecional que tienen ciertos cargos para elegir asesores, secretarios, etc, muchos meten al cuñado, al sobrino, etc. En la Argentina le llamamos "acomodo", "palanca", etc. 

La idea acá no es defender el nepotismo. Ni mucho menos a Alperovich (dios nos guarde).

Sin embargo me imagino un escenario. Supongan que soy ministro de Economía. Tengo un hermano, digamos, periodista, con experiencia en el campo de la prensa, y con cierta trayectoria. Necesito alguien que me haga la prensa en el ministerio, alguien de mi confianza dentro de esa oficina que suele ser neurálgica. 

Sin dudas, habrá mejores periodistas para ocupar el puesto que mi hermano ¿Pero más confiables? No lo creo. Y desafortunadamente, en un sistema democrático en el que la lealtad no existe, y en el que por los recovecos que uno deja se cuelan otros, hay zonas en que la confianza es tan importante como la idoneidad. No va a ser el primer jefe de prensa que le escupe el asado a su jefe por intereses políticos. 

Con esto me refiero a que una cosa es acomodar a tu hijo en una oficina para que cobre un sueldo, o que un puntero te de laburo para sacarte un porcentaje. Y otra es revalorizar la confianza de personas idóneas que están en tu ámbito, a efectos de sumar a la capacidad confiabilidad. 

Ustedes me dirán que eso no es lo que sucede en la Argentina, que acá se van al carajo. Y que si la preferencia no es "desmedida" no es nepotismo. Podemos coincidir. Pero me parece válida la aclaración.}

Y por otro lado, me parece igual o más nefasta la idea de ubicar a alguien en el gabinete por un compromiso político. Las negociaciones que llevan luego a colocar a gente "de favor" en lugares estratégicos de un gobierno terminan dándole poder a los Cobos del mundo. 

Eso también es cleptocracia. Otra forma, pero cleptocracia al fin.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Decisiones digitales






(crédito de la foto



Voy a ser papá. Quizás este es el dato que debí haberles dado en el último regreso del blog. Sepan disculpar.

La cosa de esperar un hijo... bueno, en realidad no la sé. La sabré cuando esto pase, tal el funcionamiento de la experiencia. Pero haciendo futurología puedo decir que la cosa de esperar un hijo es que uno asume la responsabilidad de tomar decisiones que, de un modo mucho más tangible que hasta entonces, repercutirán en su vida (la del hijo).

Hasta ahora los destinos que uno elegía coleteaban en no muchas más personas, ni de una manera tan drástica. En todo caso, si uno moqueaba los otros tenían albedríos propios con los que defenderse. (No le estoy sacando el cuerpo a la empatía; intento establecer una comparación)

Sin embargo, ahí está uno, conduciendo ahora los destinos de un bicho indefenso como el que más en la creación, con las mismas armas con las que uno viene conduciendo su vida hasta entonces, que no son muchas.

Inquietante, sin dudas. Muy inquietante.

Imagino que a lo largo del desarrollo de la humanidad algunas cuestiones que atemorizan a los padres se habrán mantenido (la madre de la Edad Media diciéndole a su marido "mi hijo es trovador y no caballero, ¿que hicimos mal, viejo?), pero otras se modifican.

Larga introducción para llegar al quid: la "presencia digital" o "digital footprint".

(Digresión: la traducción de "digital footprint" es "huella digital". Pero, claro, en español la huella digital es otra cosa. Agradecemos a los señores lectores que nos acerquen el neologismo aceptado si existe. Mientras tanto, vamos con "presencia digital").

Esto no es una crítica a los padres que suben fotos de sus hijos a Facebook, Twitter. Flick, Foursquare o cualquier otro sitio que así lo permita. Como dije, cada uno hace lo que puede. Pero no puedo evitar preguntarme si empezar a subir fotos en Internet de una persona que no tiene aún capacidad de digerir comida sólida es prudente. Se trata de fotos que las redes sociales podrán utilizar aún si uno se baja, aún si decide convertirse en ermitaño e irse a vivir a San Marcos Sierra, o lo que sea.

En otra época, las fotos de personajes indeseables se tiraban o se escondían en cajas para nunca más salir (en una época, niños, las fotos se imprimían en papel. Y sacar más de 36 salía mucha plata). Hoy se googlea y ya.

Cualquier adulto está capacitado para entender este riesgo y manejarlo. Si es privado, no lo subas, y viceversa. Ahora, ¿un niño que no puede ir sólo al baño?

La presencia digital no me parece una pavada. Y creo que una de mis primeras decisiones como padre es que mi futuro hijo va a tener en sus manos la decisión de subir cosas a Internet cuando pueda hacerlo. (Claro, entonces se abrirá una nueva discusión, en la cuál tendré que supervisar lo que sube, aprender a guiarlo, e ir permitiéndole acceder a los contenidos apropiados para su edad; paso a paso, amigos)

Mi señora y yo venimos evitando subir fotos de la panza, y nos limitamos a fotografiar escarpines y practicunas, en un ejercicio simbólico (gracias Peirce).

¿Ustedes creen que estoy siendo demasiado paranoico?





martes, 27 de mayo de 2014

Internas? Bienvenidas

¿Soy yo el que nota cierta connotación negativa en la descripción que suele hacerse de las "internas" en los partidos?

Hace poco decían que discutir la posibilidad de un nuevo Código Penal en la Argentina era imprudente porque se trata de un "contexto electoral". Macho, no puede ser que en marzo de 2014 pensemos que estamos en etapa electoral para 2015, porque entonces las etapas electorales no terminan nunca.

Pero, aún peor: yo QUIERO que se diriman cuestiones importantes en etapa electoral. Yo quiero saber qué vas a defender, para saber si te voto o no.

Y lo mismo con las internas. Que un partido tenga internas divide elementos que lo componen de acuerdo a ideas, y yo quiero conocer esas ideas. Si esas ideas son oportunismo electoral, queda en mi decidirlo. Pero discutan internas, ideas, putéense, diriman espacios, porque esas son las herramientas que necesito para elegir.

lunes, 26 de mayo de 2014

Crisis de los Eurócratas Reloaded


 El viernes hablamos de "La crisis de los Eurócratas", y de la paradoja de líderes antieuropeos electos para el parlamento europeo.

Y vaya si estalló la paradoja.

En casi todos los países las ultraderechas tuvieron resultados que oscilaron entre la moderada sorpresa y el simple y llano batacazo. "Los fundamentos de la Unión Europea están en entredicho" señala en su nota del viernes Paul Krugman; parece que tiene razón.

¿Recuerdan al señor que propuso la epidemia de ébola? Los franceses le dieron a su partido, el Frente Nacional, un 25% de los votos. Esto los colocó en primer lugar en las elecciones. Para comparar, todos los partidos de izquierda suman 33%, y el socialismo apenas 14%.

En Inglaterra, el UKIP (United Kingdom Independence Party, Partido por la Independencia del Reino Unido) consiguió el 28% de los sufragios y también ganó las elecciones. El UKIP es antieuropeo, Thatcherista y xenófobo. Sin embargo, la prensa británica afirma que muchos de sus votantes son "desencantados" (vamos a volver a esto, porque encierra nuestra hipótesis). Es la primera vez que ni Laboristas ni Tories ganan una elección británica.

El Partido Popular Danés, también de ultraderecha, consiguió el 23% y relegó a la socialdemocracia gobernante.

La coalición alemana de Ángela Merkel ganó, pero consiguió su peor resultado eleccionario, y vio crecer a la socialdemocracia (su contrincante principal),y al "Alternativa para Alemania", que promueve el fin de la moneda común, y consiguió un 7%.

En Grecia ganó la izquierda. Si, el Syriza, anti ajuste y anti austeridad, superó por 4% a los conservadores en el gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo, Golden Dawn (Amanecer Dorado) enviará 3 representantes a Bruselas ¿Que piensa GD? Son neonazis. Un tercio de sus líderes está en prisión por ese motivo.

En España, el triunfo del PP se lee a gusto de cada uno. Hay quienes dicen que le da algo de aire a Rajoy. Otros señalan que entre los dos partidos históricos suman menos de la mitad de los votos, y que esto habla de crisis de representatividad (desencanto?)

(A todo esto, en Colombia triunfa el Uribismo y fuerza una segunda vuelta, y en Ucrania gana Piotr Poroshenko, magnate pro europa y pro NATO, por no mencionar los buenos augurios para los Republicanos en las primarias de Estados Unidos)


¿Esto es un resurgimiento de la derecha? ¿O se trata de una reacción al quilombo que vive Europa desde 2008? No sería la primera vez en que el electorado se queja votando lejos de las partidos tradicionales, especialmente en elecciones parlamentarias en donde los votantes son menos conservadores (para ejemplo cercano, baste 2001 en la Argentina). La atomización del voto puede significar desencanto.

En todo caso, sería imprudente responder. Y si bien la imprudencia no nos ha detenido en otros casos, aquí elegimos esperar y ver que pasa.

Lo que si está claro es que los oficialismos europeos perdieron terreno. Lo que no está tan claro es que eso vaya a hacerlos cambiar.

 





viernes, 23 de mayo de 2014

Control y Kaos

 La noticia no llegó a los portales argentinos tan rápido como ameritaba (aunque eventualmente llegó). Como siempre, en ese momento nos ocupábamos de cartas falsas que luego fueron verdaderas, la seguridad en el mundial, el dólar blue o Wanda Nara.

 En cambio, los portales norteamericanos y europeos pararon antenas: Rusia y China firmaron un convenio para la venta de gas . Muchos enseguida vieron esto como un mensaje: Rusia se limpiaba los mocos con las amenazas europeas por la crisis en Ucrania,  y se volcaba a China, con bolsillos profundos, necesitada de combustibles, y en medio de una pelea directa con USA por acusaciones cruzadas de ciberespionaje. (Si, USA, los de Snowden, Manning, Wikileaks y la NSA, acusan de ciberespionaje).


Encima, Rusia y China vetaron en el Consejo de Seguridad de la ONU una moción apoyada por más de 60 países para que se investiguen los crímenes de Al Assad en Siria.

Inmediatamente estallaron los análisis (o ustedes piensan que solamente acá se analizan las cosas antes de que terminen de pasar?) Acá les dejo el Washington Post , el Financial Times, que compara a los presidentes de Rusia, China, Japón e India con los 4 jinetes del "apocalisis", y el País de España, que se sincera y dice "nadie quiere expulsar a los magnates rusos de la economía"


Tener un blog permite hablar de cualquier cosa. Incluso de geopolítica. Así que aquí vamos.

No creo, como dice El País, que se avecine un nuevo mundo bipolar estilo Guerra Fría. Pero, si fuese así, tengo muy claro a quién responsabilizar (no digo culpar).

Si al cabo de la Guerra Fría el bloque soviético se hizo pedazos por su propio peso, y empezaron a occidentalizarse los países satélite de la vieja URSS, es esperable que, ante una Unión Europea que no puede superar la crisis, los sentimientos nacionalistas afloren nuevamente, y quienes antes buscaron cobijo en los Estados de Bienestar, ahora quieran volver, con la frente marchita.

Encima, durante décadas se criticó el estado en que la Rusia Soviética había dejado a sus países anexados. Lo cuál es cierto. Pero mucha de esa crítica terminó exacerbando el sentimiento nacionalista.

Paul Krugman habla hoy en el NYTimes al respecto. Su nota se titula "La crisis de los Eurócratas" y allí señala que las bases de la UE están, como mínimo, en entredicho. Lo ilustra con una imagen: dentro de los candidatos al parlamento europeo que se eligen por estos días, muchos de los ganadores son de extrema derecha, nacionalistas que miran con desconfianza a sus vecinos europeos y directamente proponen epidemias de ébola para extra continentales.

¿Cómo se entiende que un parlamento con miembros de muchos países tenga xenófobos?

Una vez más, gracias Bill: es la economía, estúpido.

Y que esto no se lea como una defensa. Simplemente intentamos ver qué motivos llevan a las cosas a suceder como suceden.

Lo dice Krugman. La economía europea está mal manejada, y esto genera tensiones. Mientras tanto, China crece a tasas chinas y, si bien claramente no son democráticos ni respetuosos de los derechos humanos ni el medioambiente ni nada, tienen plata. Rusia tiene muy claro que le va a vender su gas a quién se lo compre.




Regresos, Mundiales, Navajas

"De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia, igual que la calandria, que azota el vendaval".  Luna Cautiva, zamba compuesta por José Ignacio "El Chango" Rodríguez, vendría siendo una especie de Start Me Up del folklore, en el sentido de que es un gran clásico, cantado en cuanta peña haya dando vueltas. El Chango la escribió en cana, por haber amasijado a un tipo. Así que, si, su ausencia fue larga.

Nosotros volvemos de destinos mucho menos dramáticos. Casi que usar la frase de la zamba es un papelón. Pero, queridos y contados lectores, ustedes saben que el papelón es el leit-motiv de la Varietè Arturina.

En realidad, no escribíamos porque nos daba paja.

Pero las teclas cada vez más son todas blancas, así que venimos a poner sobre ellas negro, porque joder es lo que más nos gusta.

Y volvemos con el mundial. Si, mal que les pese, nosotros también hablamos del mundial. Pero, esperamos, desde un lugar mucho más humano. Desde ese lugar del tipo que se emocionó con la primera propaganda de Quilmes que recuerda, pero que varios mundiales después piensa "¿siguen recibiendo dinero por la misma propaganda todos los años?". Desde aquél niño de 8 años que se tapó la cara cuando Alemania se puso 2-2 en la final del 86, y que por ese motivo sólo vio el gol de Diego en repeticiones (si pregunta "¿qué gol de Diego?" por favor, cierre este blog. Retírese. En serio. YA). Desde aquél que, en la temprana adolescencia, entendió algo, y cuando le preguntaban que jugador era decía "El Vasco Olarticoechea".

Y también desde aquél que, ya viejo, empezó a sospechar. No de grandes conspiraciones, sino de pequeñas metidas de mano que van dándole a la pasión ciertos caminos, ciertos empujones en la "dirección correcta".

Guiño, guiño.

No creemos en grandes conspiraciones porque Navaja de Occam: "En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta». Pero si nos consta que el lobby, la palanca, el amiguismo, operan en el deporte como en todos los demás negocios. Y el Mundial no es ni más ni menos que exactamente eso: un negocio.

Empezamos hablando del Chango Rodríguez y terminamos hablando de la Navaja de Occam. Si esto no es la Varietè, díganme ustedes.

Y bienvenidos, de vuelta.