jueves, 10 de diciembre de 2009

Cocido a fuego lento

Imaginen una aterradora glaciación, en la cuál un tercio del planeta queda cubierto de nieve y hielo. Bueno, no lo imaginen, hay una película que ya lo hizo por nosotros. Pero imaginen que eso sale del celuloide y viene posta.
O una inundación que cubra todas las costas del mundo. O una sequía que liquide pueblos enteros.

Ahi si nos juntaríamos todos. Ahi si dirían "eh, loco, pongámonos las pilas". Pero claro, una sequía mediana por acá, un tsunami por allá, un terremotito, una pavada, se van sumando, y entonces como en Champs Elyseès, Park Avenue y Puerto Madero las cosas siguen marchando, no hay drama. El acuerdo se patea para adelante.

Es como el ejemplo de la rana. Solo que nosotros no estamos hervidos, estamos al horno.

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