Tres momentos

Mañana fría, no recuerdo el mes, año 1986 ponele, posiblemente sábado. Entré descalzo al living. Las medias blancas se frotaban contra el piso de madera, aún sin plastificar. En el sillón de tres cuerpos mi viejo (todavía dormía en mi casa, mi viejo) escuchaba un cassette con auriculares. Eran unos enormes, Sansui, de esos que te dan tortícolis si escuchás más de tres temas seguidos. Los led del viejo grabador Trident se movían al ritmo de la inaudible música, y mi viejo acompañaba con la cabeza.
- Qué escuchás?
- Tomá
Yo no lo supe hasta después, pero el tema que me abrazó la cabeza adentro de los Sansui ese día era "Superhéroes", del disco doble Yendo de la Cama al Living - Pubis Angelical.



"Este dedo acá. Así. Muy bien! Ahora con la mano derecha así. Listo". Mi vieja, la inagotable paciencia de mi vieja, enseñándome a tocar "Lloraré" en la guitarra. Mis primeros acordes, en el año 1990, ponele.
Pero claro, no podía caer a un fogón a tocar una zamba. A los 12 años era saber tocar rock, o hacer palmas. De repente, una infinita repetición de Lloraré me sonó a otra cosa...
Ese día aprendí a tocar "Me siento mucho mejor". Después supe que era un cover de Gene Clark. Después supe quién era Gene Clark, claro. Y además, me di cuenta de que me faltaban acordes. Todo no se puede.



La lluvia me mojó las botamangas de los jeans. Me paré bajo techo, hasta que vi a mi viejo (ya no vive conmigo, mi viejo) y su esposa parados, al otro lado de la Avenida, en un kiosco. Fuimos hasta el Luna Park. Año 2010, ponele.
"Puerta 2" decía el cartel. Entramos, nos sentamos. Muchos pibes coreaban temas que no me se, letras que no me inspiran, que no me gustan. Se apagaron las luces, y se encendió la Luz.
Otra vez Charly, otra vez el viejo amigo que me enseño música, que me ayudó a levantar minas y a superar que me rompieran el corazón, que me mostró que se podía levantar el dedo mayor con una poesía inigualable; que se hizo odiar, que odió demasiado, y que volvió de la nube negra (la de Joaquín) con todas las cicatrices, pero con el alma intacta.
Gracias, Charly.