Hubo un estilo de banda, en una época muy particular del rock mundial, que tuvo entre varias características distintivas que los cantantes cantaran con voz finita. No sólo aguda, sino finita. Una especie de falsete interminable, una voz de tenor infinita. Tal el caso de Jon Anderson, de Yes, una banda que disfrutamos hace poquito aquí en la Varietè Arturina.
Pero no vamos a hablar de Yes. Vamos a hablar de una banda que hizo del falsete su marca registrada. Supertramp nació como idea a partir de un anuncio que Rick Davies pone en un periódico británico en 1969, y que contesta Roger Hodgson. Esa banda (que se llamó "Daddy" inicialmente) se transformó en Supertramp a principios de los '70.
Recién la pegaron en 1974 con "Crime of the Century", un discazo.
Tuvieron varios éxitos (Logical Song, Breakfast in América, Dreamer) con una marca característica en las voces agudas de sus almas mater, ambos con un genio creativo que se plasmó en el reck progresivo.
A medida que la banda fue creciendo, se empezaron a notar los pasos que el rock progresivo daba hacia el pop, y los últimos éxitos de la banda eran decididamente no progresivos. Por ejemplo, "It's Raining again", de Hodgson, tiene la característica de los temas pop de la banda, e inclusive está basado en la canción infantil "Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva", que en la versión oroginal está cantada por unos nenes al final.
La banda se separó en el '82. Mejor dicho, Hodgson se fue, por disputas con Davies. Lo que vamos a ver ahora es "Goodbye Stranger", en el último recital que dio Supertramp con Hodgson, el capo del falsete progresivo. Salud.
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