martes, 31 de enero de 2012

El laberinto sindical

Ayer Carlos Vladimiro Corach, ex as de espadas de Carlos I de Anillaco, tiró una frase divina: "Lo que se mantiene es la esencia del peronismo, que es su estrecha vinculación con el sistema sindical".

Antes que nada, nos parece excelente la palabra "sistema" en lugar de "movimiento", ponele. No porque el sindicalismo no sea un movimiento; sino porque este sindicalismo no lo es.

Ahora: las actuales internas en la CGT podrían indicar que una parte del sistema sindical está virando sus amistades con el gobierno (Moyano), mientras que otro sector observa atentamente e intenta posicionarse en el lugar abandonado. Algo que señalamos como intrínseco del peronismo.

Si efectivamente hay un sector del sindicalismo que está dispuesto a ocupar el lugar de Moyano a la diestra del gobierno, se solucionan dos problemas. Uno es la oposición sindical, uno de los frentes posibles de intranquilidad para el gobierno. Digo, en todo caso se pelearán entre ellos, y que gane el mejor. El otro, como dice bien Corach, es la vinculación sindical, relacionada con mantener las pautas salariales controladas, etc.

Pero hay dos problemas que no se solucionan. El primero es que esa pelea sindical puede traer problemas. Cuánta espalda tiene el potencial sucesor de Moyano (Lescano?) para bancarse el embate de Camioneros? No es ya demasiado grande el aparato moyanista para desactivarlo asi como así?

El otro es: que sector opositor se aliará con Moyano? Todos lo liquidaron, pero si llega a ser opositor, no lo van a pensar dos veces? Imagínense la alegría de un gobierno no peronista con apoyo sindical...

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