lunes, 23 de enero de 2012

Manejalo

Leemos a Martín Caparrós. Lo leemos desde hace bastante, empezamos a disfrutarlo en Crítica, y lo seguimos ahora en su blog Pamplinas.

(Ante todo una aclaración. Sospechamos que Caparrós tiene algo en contra del Gobierno. No es esto una crítica per se; muchas cosas pueden "tenerse" en contra de este gobierno. Creemos que lo de Martín es intenso, constante. Pero no nos parece necesariamente malo. Nos pasa algo muy diferente con Lanata, de quién, intuímos, queda poco que decir más que lo que él mismo confiesa).

Pero vamos al caso entonces. Caparrós sube a su blog un comentario respecto del accidente en la ruta 11 que fue filmado por un conductor. Y en el comentario dice que, más allá de las responsabilidades del Estado, la responsabilidad de manejar bien es de cada uno.

Pues bien, ni tan tan, ni muy muy, dirían.

Uno conoce historias de registros de conducir entregados a personas que desconocen reglas básicas del manejo. Cuando digo "conoce" no me refiero a "escuchó". Me refiero a conocer, de primera mano, sin intermediarios. Nos consta. Esto es responsabilidad del aparato estatal. No de un gobierno; de muchos, varios, todos los gobiernos que conviven hoy (municipales, provinciales, federales).

Esta es una responsabilidad que pocas coberturas mediáticas han señalado. Es difícil para un policía cubrir una extensión de ruta demasiado amplia. Es menos complejo evitar que tipos no capacitados manejen. Creo más pertinente volcar sobre el Estado esta responsabilidad que la anterior.

Por otro lado, muchos se enfurecieron con la idea de que manejar bien es responsabilidad de cada uno. Pero si vivimos en un país que es líder absoluto en accidentes de tránsito, evidentemente y más allá de responsabilidades oficiales, somos un mamarracho.

Nadie puede enojarse por esto. Todos hemos visto maniobras que eran como mínimo imprudentes. Todos hemos sido rebasados por otro automóvil a 170 km/h. Y esa velocidad no está mal porque es más que la máxima. Está mal porque está comprobado que es casi imposible controlar el auto a esa velocidad. Quién ha manejado o a visto manejar en otros lugares sabe de lo que hablamos.

Manejar bien, prestar atención en la calle tanto como en la vereda, tiene la misma importancia que no prestar atención a la higiene, pongalé; capaz no le pasa nada, pero el día que pasa es peligroso. Muy peligroso.

1 comentario:

S. dijo...

Buen blog el tuyo :)