jueves, 9 de febrero de 2012

Despedida

Como en toda buena reflexión, habrá que dejar que se asiente la polvadera, que amaine el temporal, y que dejen de amontonarse las lágrimas para hablar de Luis Alberto Spinetta.

Por ahora solamente se puede escribir sintiendo, esas primeras palabras que salen de la memoria afectiva, de los recuerdos gratos y dolorosos, de la participación, inmensa, sustantiva, del Flaco en la banda sonora de los días.

Ahora veo la gente aplaudiéndo mientras lo que solía ser el Flaco sale, por última vez, de su casa. No es un grupo de clacs contratados, son sus vecinos, que lo quieren. Leo las palabras de su Muchacha.

Veo en Facebook que mi amigo Luis Faraoni, hueso duro de roer, llora con los posteos de canciones. Comparto el sentimiento de otro amigo, Roly Villani, cuando habla de los recitales de la primavera alfonsinista, cuando él era adolescente y yo tenía 5 años. Lo comparto porque yo también fui adolescente, a mi también me rompieron la cabeza canciones que luego el Flaco mismo tildaría de "decorativas", en otra muestra de madurez y humildad.

Leo la despedida de Pedro Aznar, emotiva. Lloro un poco, yo también.

Yo, que tuve mi primer contacto con el Rock Nacional con Yendo de la Cama al Living, que lo único alfonsinista que viví fue el Pacto de Olivos y que crecí a la sombra de los que crecieron en la luz del Flaco, recupero el día en que un profesor me hizo escuchar "Que el viento borró tus manos",  el tema "Peluca Telefónica" en el que Flaco pide pilas para el walkman, Pescado, Jade y todas esas cosas que nos quedan.

Seguramente, después de la tristeza inicial, solo algunos pocos, su familia y sus seres queridos, extrañarán a Luis Alberto. Los demás continuaremos con nuestra vida de policías rebeldes y tarjetas SUBE.

Pero, en algún momento, te vas a enamorar. O le vas a querer cantar a tu hijo. O vas a querer prender todo fuego, con una frase suave y demoledora. Ahi, justo en ese instante, el Flaco va a poner las palabras. Como siempre.




1 comentario:

mariarosa dijo...

Me duele la partida del flaco, tengo muchas primaveras encima, tantas como él y he visto muchos músicos partir, pero Espineta es diferente, se siente más.

mariarosa