"No nos une el amor, sino el espanto". La frase de Jorge Luis Borges, transformada y reutilizada mil veces, adquiere, como toda cita genial, nuevos significados con el paso del tiempo, y se adapta a situaciones que su autor, quizás, no imaginaba.
Humilde opinión: el kirchnerismo tiene una habilidad especial para unir espantados. El ejemplo más grande, el más peligroso hasta ahora, fue el rejunte agropecuario que puso a los Federados Agrarios, ex-alineados en el gobierno de Néstor, al lado de sus patrones de la SRA, y otros landlords vernáculos.De allí surgió la Mesa de Enlace, el conflicto de la 125, y esa historia que todos conocemos.
Puede haber un nuevo capítulo de unión espantada (o espantosa)? Creemos que si. Y puede venir del sindicalismo.
Indeleble aliado del primer kirchnerismo, la figura de Hugo Moyano fue perdiendo sitio en el gobierno de Cristina Kirchner. Hoy en No somos Nadie, programa de Varsky en Metro, un oyente aventuraba que se trata de una maniobra para cambiar "el apoyo de los trabajadores por el de las clases media y alta, que no lo pueden ver a Moyano" (encomillo, pero puede que no esté citando textual).
Con las elecciones enfrente, Moyano, tipo vivo, buscará alinear a la tropa y preparase para el 12 de julio, cuando tenga que revalidar su conducción. Ante esa necesidad, empezó a tender lazos con Luis Barrionuevo, y hasta con la CTA de Pablo Micheli. Empezó a aparecer el TN, Clarín, La Nación, y cuanto micrófono se le pusiera enfrente, siempre con "los reclamos de los trabajadores" como bandera. De esa bandera se agarraron sus ex enemigos y actuales-potenciales-aliados.
En la vereda de enfrente se paran varios que quieren ocupar el lugar del jefe de camioneros. Aquí se generan dos problemas: saco los piés del plato de Moyano, y me voy al calorcito del gobierno? O espero? Si Moyano pierde, que será de nosotros? Si gana, que pasa con los alineados con Cristina?
Si algo puede ser perjudicial para una sociedad es un enfrentamiento abierto entre gobierno y sindicatos. O peor, un enfrentamiento entre los sindicatos con el favor del Gobierno como botín.
Otra vez el espanto.
1 comentario:
Desde q asumió CFK estoy mirando para ver cuál será la 125 de este período. Una crisis cuasi provocada, anunciada al menos; con tiempos acotados y manejables que desagote la pasión opositora al comienzo del mandato para llegar con buenos números al final de período (¿reelección, heredero?). Esa lógica de controlar los ciclos de crisis en la argentina es muy de Nestor, pero no sé si es aplicable a este funcionamiento K.
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