lunes, 29 de agosto de 2011

Nightcrawlers

Subimos al taxi en Cramer y Quesada. Barrio porteño de Belgrano. Eran, digamos, la 1.30 de la mañana.

El taxista arrancó por Crámer, siguió por de los Incas y agarró Forest. Hasta ese momento había dado señas inequívocas de que quería charlar, pero no había recibido demasiado pie.

En Forest otro taxi nos pasó a no menos de 120 kilómetros por hora. Y ahí arrancó la charla.

El tipo empezó explicando que muchos taxistas toman merca para aguantar jornadas de laburo de, a veces, 24 horas. "Son los que se quedan boludeando 5 horas tomando café" explicó. Entonces, para lograr cubrir los costos laburan todo el día "y toman merca para aguantar".

Empezó a contar su vida. Era periodista, laburó con muchos periodistas conocidos (no pongo cuales para que no lo reconozcan, pero son muy conocidos) y finalmente, "gremio jodido", se quedó sin laburo a los 49 años.

Mientras contaba iba señalando infracciones de tránsito, y los signos de "endrogamiento". "mirá, mirá como se toca la nariz", decía, como mostrando una prueba irrefutable. Y contaba que él "era un extraterrestre".

"El otro día pidieron un móvil en Honduras y Ravignani, yo estaba en Honduras y Bonpland (2 cuadras) y no lo agarré. Y al rato, el móvil que lo agarró pidió una linga en Juan B Justo y Trellez (No menos de 40 cuadras), porque se había quedado". Se quejaba de que muchos colegas no sabian laburar, que le cagaban el laburo a los compañeros, y ponían vidas en riesgo yendo a 120 por hora para agarrar viajes a 60 cuadras de destino. Y encima, merqueados.

Les cuento esta historia con partes iguales de perplejidad, comicidad y desapego. No conozco la interna de los taxistas, pero se me ocurre que debe ser interesante. Sobre todo para los usuarios de taxi.

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