Despegó por última vez un Transbordador Espacial. El programa norteamericano de naves reutilizables llegó a su fin.
No les voy a poner links. Recomiendo la cobertura de cualquier diario norteamericano (el Washington Post, que además es gratis).
A lo que me refiero es a que, como dijimos antes, Estados Unidos se queda sin bondis al cielo. Y los asientos en la Soyuz rusa les cuestan US$ 56 millones por barba.
Pero lo más preocupante es que los desarrollos más avanzados para volver a tener una nave en el espacio son privados. Si, señora, los llamados vuelos en parte más baja del cielo (órbita terrestre, Estación Espacial) tienen a varios contratistas laburando, más adelantados que la NASA.
Un dato final: en el post linkeado arriba yo me quejaba de la poca tecnología que mostraban las películas yankees en Rusia. Bueno, el Kennedy Space Center ES ANALÓGICO. Sisi, nada de plasmas ni Core I7.
Digo, por si estaba ahorrando para el pasaje, súmele el avión hasta Siberia...
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