lunes, 14 de mayo de 2012

La guerra fresca

Se intensifica la pelea entre los seguidores de Scioli y el kirchnerismo de pura cepa. Es título de todos los diarios, propios y ajenos, que Gabriel Mariotto y el gobernador de Buenos Aires sólo fueron dupla en las elecciones, y de ahi para acá, corren por caminos opuestos.

Primero, como siempre, a los pelpas: Scioli tiene de kirchnerista lo que este blog tiene de prestigiosa publicación internacional. Esto no es malo. Al contrario, sería revitalizante que hubiese alguien que tuviera ideas propias y gente que lo apoya, algo que la oposición extra FPV hoy no tiene.

Segundo, desde aquí como bonaerenses decimos que la política de Scioli no nos gusta. Scioli es un conservador machazo, y eso es lo que les hace ruido a los kirchneristas. Como ven, una cosa no quita la otra. Nos gustaría que Scioli tuviese su chance por la presidencia. Y, personalmente, nos gustaría que pierda.

Otra cuestión es si en éste momento es oportuno, pertinente, necesario u "obsceno" hablar de candidaturas para dentro de 4 años. Consideramos que es apresurado. Pero no nos sorprende. En general, los políticos se dedican a la campaña, siempre.  De hecho, muchos dirigentes kirchneristas hablan de la reforma constitucional/reelección de Cristina.

Ahora bien, ya habíamos hablado de dos frentes que se enarbolaban contra el gobierno. Y agregamos luego un tercero, nada menos que el empresario colombiano. Si nosotros nos dimos cuenta, la confesión de Scioli no puede ser sorprendente. Para nadie. Tanto así, que la decisión de Cristina de colocar a Mariotto adonde lo colocó, en contra de los designios del motonauta, responde al obvio deseo de Scioli de buscar su oportunidad en el sillón de Rivadavia.

Moyano, uno de los frentes mencionados, podría verse favorecido por el ascenso de un peronista al poder. Sobre todo, uno que comparte con él desavenencias con el gobierno.

En cuanto a Mauricio Macri, no le conviene que Scioli se agrande, porque es un competidor directo en la carrera presidencial, y tiene más apoyos. O sea, no le creemos que se alegre.

Para el resto del peronismo, sobre todo el extra-kirchnerista, puede ser una buena noticia, si logran encolumnarse detrás del bloque bonaerense. En los últimos días, a las huestes de Scioli se sumó Juan Carlos Mazzón, ducho operador político ex K.

(al resto de la oposición no nos referimos, porque tienen problemas más graves que resolver primero)

Y el resto? Para el país una pelea entre los dos candidatos con más votos en los distritos más importantes de la Nación es malo. Que Scioli y Cristina se saquen chispas va a ser malo para los bonaerenses, para el país, y probablemente le de aliento a opositores que, por estos días, no encuentran su propia nariz.


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