martes, 13 de diciembre de 2011

Como te digo una co, te digo la o

Leemos hoy la nota en la web de Fernando Laborda en la Nación.  En ella dice que el gobierno minimiza la inflación y la ausencia argentina de los mercados de dinero internacionales. Si bien esto es básicamente cierto, hay una serie de matices y disgresiones:

 - "Desde hace algunos años, la inversión extranjera directa ha dejado de favorecer a la Argentina en comparación con otros países de América latina, al tiempo que nuestro país continúa alejado de los mercados internacionales de crédito. Para la jefa del Estado éste tampoco debería ser un problema. Así lo dio a entender en su reciente mensaje de reasunción del mando, cuando consideró que "estar fuera del mercado de capitales fue una bendición" y que "no hay mal que por bien no venga"." Esto es cierto. El relato del kirchnerismo desprecia a los mercados internacionales y los acusa de ser adalides del modelo neoliberal, lu cuál es también cierto.
Ahora bien: el flamante ministro de Economía, Hernán Lorenzino, es una señal para esos mismos mercados que el relato desprecia, e incluso señaló que es fundamental reestructurar la deuda. Así, sin metamensaje.

 - "El problema es que la inflación reconoce, de acuerdo con la visión de no pocos economistas, otros motivos. Entre ellos, desequilibrios monetarios, asociados al uso cada vez más extendido de las reservas del Banco Central para financiar gasto público".
También cierto. Pero la quita de subsidios es sin dudas una manera de reducir el gasto público. Es cierto que otros dirían que en vez de reducir el gasto quitando subsidios se podrían reducir el dinero para el futbol, la plata para política, los gastos reservados, etc.Más allá de las prioridades que cada uno le asigne a los diferentes lugares de donde se puede recortar presupuesto, sacar subsidios es una medida pro establishment, sacada del libro del FMI, para detener la inflación. Fue una medida que generó coincidencia entre sectores opuestos, en muchos casos.


Me parece que estos son dos ejemplos claros de como, a partir del próximo gobierno, Cristina Fernández va a sostener un relato que tiene 8 años, pero va a empezar a tomar una serie de medidas que no están 100% en línea con ese relato. Y esto es algo con lo que coincide, por ejemplo, Jorge Fernández Díaz en sus últimas columnas (postura que le trajo algún quilombo). En la nota linkeada, Fernández Díaz afirma que Cristina acertó en una serie de medidas que, en lugar de "profundizar el modelo" lo meten en boxes.

En síntesis, el relato del modelo sigue siendo el mismo. Pero el modelo cambia. Se mantiene el significado, cambia en significante. Sin dudas un fenómeno semiótico, además de político.

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