Escribe Mario Wainfeld en Página:
Las pecheras verdes de los manifestantes que querían condicionar a la jueza López evocan un pasado distinto, distante. Aluden a las épocas en que listas con esos colores expresaban las corrientes renovadoras del movimiento obrero. Competían con las celestes y blancas, propias de la ortodoxia o la crasa “burocracia”. La trayectoria decadente de Pedraza impresiona. Décadas de militancia digna y arriesgada: la CGT de los Argentinos, la lucha contra la dictadura, el Grupo de los “25”, uno de los cuadros más formados y combativos del ubaldinismo. Ulteriores décadas de entreguismo, complicidad con las privatizaciones, transformación en empresario. La historia, en su biografía, no se repite como farsa: se degrada. El último tramo de la rodada es la lucha contra los trabajadores tercerizados, con remate en un crimen político que debería tener más consecuencias que la imprescindible (y, tal parece, factible) condena judicial a sus responsables.
Una de dos. O Pedraza era "un militante digno" y por algún motivo cambió, o siempre fue así...
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