Repudiamos el asalto que sufrió el ex intendente de San Martín y por siempre carapintada Aldo Rico. Casi podriamos decirles que lo repudiamos tanto como a él mismo.
Pero no entendemos esto:
"Parece que los hombres ahora tienen que mariconear. Pero yo no mariconeo. A mí, de chiquito, me enseñaron a no mariconear"
Listamos brevemente lo que no nos cierra:
- El uso de la palabra "maricón". Es despectivo. Es incorrecto. Es una metida de púa.
- Honestamente, si a mi me metieran tres balazos, yo estaría aterrado. "Mariconeando", como dice el ex intendente. Y me dolería hasta el último de los huesos. Claro, yo no soy militar.
- Lo de "de chiquito me enseñaron". A mi de chiquito me enseñaron que enfrente mis miedos. Eso es tener valor, lo otro es maquillaje, don Aldo.
Cierro con una: "el colmo del progresismo y de la defensa de los derechos humanos es dejarse matar, robar y violar".
Entendemos "progresismo" distinto, don Aldo.
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