A esta altura no es necesario siquiera linkear la noticia: Angelina Jolie se hizo una doble mastectomía (o sea, se sacó quirúrgicamente ambos pechos) luego de que un estudio encontró que ella posee un gen, el BRCA1, que señalaría que tiene muy altas posibilidades de fallecer de cáncer. Huelga decir también que la decisión fue leit motiv de la prensa desde que Angelina firmó una op-ed en el New York Times con el anuncio de su intervención.
Ahora bien, un periodista de la revista Natural News escribió un artículo (en inglés) en el que acusa a Angelina de participar de una maniobra de relaciones públicas para beneficiar a la empresa que tiene las patentes sobre el gen BRCA1, llamada Myriad (Si, una empresa es dueña intelectual de un gen humano). Básicamente, el periodista de nombre Mike Adams sugiere que la decisión de Angelina coincide con el momento en el que la Suprema Corte de los Estados Unidos tiene que dirimir una demanda entre ciertos grupos civiles y las empresas respecto de si es constitucional o no que privados tengan patentes sobre genes humanos, entre otras disputas.
Antes de opinar, varios links. Primero una nota en el Detroit Free Press (también en inglés), que está citada en el artículo de Adams. Quién la firma, Richard Wolf, se pregunta si la decisión de Jolie puede influenciar el voto de la corte. En llos pasos anteriores, la demanda fue desfavorable a Myriad en primera instancia, pero favorable en la apelación.
Después, una nota de Andrew Cohen en The Atlantic (si, en inglés), revista que seguimos acá en la Varietè. Sugiere algo parecido pero además agrega que el Congreso puede modificar las leyes existentes, y hace hincapié sobre la lentitud de reacción de los legisladores frente a la rapidez con la que avanza la tecnología (suena obvio, pero sigue sucediendo).
Esta idea de que Angelina era parte de una conspiración me llegó a través de Facebook. Lo compartió un amigo y colega, Luis Faraoni.
Confieso que las conspiraciones en general me causan desconfianza. Es muy difícil poner a tanta gente de acuerdo y, sobre todo, dejar a tanta en las sombras, en general. En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta. Además, encuentro difícil de creer que una mujer se mutile en nombre de una conspiración de esta índole. Más cuando esa mujer llega tranquila a fin de mes (no quiero ser muy materialista, pero no siempre puedo evitarlo).
Sin embargo, nunca hizo daño estar atento. Y en todo caso, más allá de que Angelina no esté involucrada en ninguna conspiración, hay ciertos datos de la historia que merecen atención.
Por ejemplo: si el examen genético efectivamente previene el cáncer de mama, ¿podemos permitir que cueste entre US$ 3000 y 4000? ¿Debería ser obligatorio que los sistemas de salud lo cubran? ¿Es cierto, como dice Adams, que la propiedad de patentes por parte de empresas privadas desalienta la investigación genética y la interrumpe? ¿En ese caso que hacemos? ¿Estamos de acuerdo con que un privado pueda privatizar una parte del genoma humano?
Por otro lado, es real que las empresas famacéuticas son de cuidado, y que, dado que es la salud de la gente lo que está en juego, deben ser controladas como las que más (y me hago cargo del verbo "controlar").
En fin: creo que Angelina es inocente. Como digo, las brujas no existen...
PD: dejo un par de links en castellano
Revista la Semana de Venezuela
La Vanguardia, diario de México
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