"... cuando vinieron a buscarme no había nadie más que pudiera protestar" decía Martín Niemöller, pastor protestante alemán cuando se dio cuenta de que Hitler no era lo que él pensaba.
No es que estemos comparando. Simplemente me acordé de esa frase ayer, cuando leí que S&P, calificadora de riesgo por excelencia, le bajaba la nota a EE.UU. Concretamente, pasaba de "estable" a "negativa" la calificación de su deuda soberana, lo que significa que su evaluación puede bajar inminentemente. Esto sucede porque de acuerdo con estos muchachos, Estados Unidos no tiene un plan serio para contrarrestar el déficit fiscal que lo aqueja.
Cabe aclarar acá que ni S&P, ni ninguna otra calificadora, tuvo la capacidad de avivarse de que se venía una maroma. Y que Estados Unidos tiene quilombos económicos desde 2007, o sea de hace 4 años. Y que la nueva calificadora de riesgo China se avivó antes y le bajó la nota a USA hace rato.
Los Obama's boys pusieron el grito respetuosamente en el cielo. Dijeron que los acuerdos están al alcance de la mano, y que no había drama. Pero lo cierto es que China pidió medidas responsables por parte de Estados Unidos. Los chinos son los mayores acreedores de USA, por lo que tienen derecho a pataleo. Y mucho.
Encima, el FMI tampoco cree que USA tenga un plan cierto para combatir el déficit. El FMI!! Por eso recordé la frase. Cuántas veces Estados Unidos golpeó las puertas de otros países buscando lo mismo que hoy buscan en su puerta. Vaya paradoja.
Lo peor es que, cada vez que algo nos pasa a nosotros, ellos observan atentos. Si ellos tienen crisis, explota el mundo. Así de injusta está la cosa.
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