miércoles, 18 de febrero de 2009

Como armar una banda de Rock Capítulo 2

Segunda entrega de éste clásico del aVarietè Arturina. Vamos hoy con otra parte de los trozos esenciales de una banda de rock. Pero antes, una aclaración.
Un frontman puede, además, ser el guitarrista, el bajista, o el armoniquista (¿?) de una banda. Suele suceder que el frontman es el cantante; pero hay varias excepciones (Jimmy Hendrix, Angus Young, Santana, Paul McCartney en Wings, Phil Collins en Genesis).

Aclarado el punto, vamos a otro plato fuerte: el violero.

Si aceptamos que el frontman es la cara de la banda, el violero es, a mi entender, la sangre. Una vez, un ingeniero de sonido me dijo que la primera guitarra "tiene que ir y venir". En efecto, la viola entra en pinceladas, hace un firulete y cuál barrilete cósmico desaparece hasta otro compás.

Aquí vale una distinción: Una cosa es el que toca la guitarra. Muchos guitarristas han sido fundamentales en la historia de las bandas (Malcom Young, de AC/DC, Izzy Stradlin, de Guns N Roses). Pero ser violero es otra cosa.

Violero es el que te ayuda a reconocer a la banda. El que suma el detalle que arma la canción. Piensen en el inicio de "Money for nothing", con ese riff genial; en "Hammer to fall", con Brian May a full. Esos son los detalles que el violero suma.

Suma además, en el escenario. Es el que comparte cartel con el frontman, el que hace su parte del show; cada Steven Tyler debe tener su Joe Perry.

Por último, el oxígeno. Una herramienta especial del violero es darle cambio de ritmo a la canción, variar, hacer que la monotonía de la melodía de voz no sea tal.

El problema es que el violero no puede chamuyar. No puede no saber tocar la viola, algo que si puede hacer un frontman con el canto. Es más: conozco violeros amargos, sin escenario (George Harrison) pero no conozco violeros berretas con mucha escena.

¿Cómo nos despedimos? Con un violero de aquellos. Un genio, que con una nota te liquida, y si tiene que apurar las escalas las apura. Con una variedad de sonidos increíble que sale de los dedos, y no de transistores o pedales. Con un amor por su Fender Signature único, idílico. Un muchacho que reemplazó a Clapton en The Yardbirds, y tocó con Santana, Roger Waters, Stevier Ray Vaughan, y produjo algún disco con George Martin.
Les damos un tema que tiene un pequeño bonus "violeril"
Si no adivinaron... ¿qué hacen leyendo este post?

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