Hoy es el Día Internacional en Memoria del Holocausto. No es necesario escribir respecto de semejante acontecimiento, ni aclarar que es, sin dudas, una de las páginas más nefastas y desgarradoras de la historia moderna.
El sitio Vox.com entrega, a modo de homenaje, una serie de frases de Primo Levi. De ellas, rescatamos una que, nos parece, extiende su significado más allá.
"The ascent of the privileged, not only in the Lager but in all human coexistence, is an anguishing but unfailing phenomenon: only in utopias is it absent. It is the duty of righteous men to make war on all undeserved privilege, but one must not forget that this is a war without end. Where power is exercised by few or only one against the many, privilege is born and proliferates, even against the will of power itself"
Traducido:
"El ascenso de los privilegiados, no sólo en el Lager (Campo de Concentración) sino en toda la coexistencia humana, es un fenómeno angustiante pero infalible: solo en las utopías está ausente. Es el deber de los hombres de bien el hacer la guerra a todo privilegio inmerecido, pero uno no debe olvidar que se trata de una guerra sin fin. Allí adonde el poder sea ejercido por algunos o sólo uno en contra de la mayoría, el privilegio nace y prolifera, aun en contra del poder mismo".
Una guerra sin fin.
miércoles, 27 de enero de 2016
miércoles, 20 de enero de 2016
Poliladron
Mucho se ha dicho en estos días respecto del accionar policial en conflictos sociales. A decir verdad, es un tema del que siempre se habla mucho.
Esta semana Beatriz Sarlo, intelectual autoreconocida de izquierdas, habitual columnista en La Nación y para nada identificada con el kirchnerismo, dijo esto nada menos que en el diario Clarín:
"Los piquetes no nacieron en este país porque a la gente le gustaba salir a las 10 de la mañana del fondo de Isidro Casanova para caminar hasta el centro de Buenos Aires. Iban cargando esos chicos porque había una necesidad de movilización. Es decir que, frente a grandes problemas y grandes carencias, hay una sociedad que se moviliza. La Argentina tuvo varios tipos de movilizaciones en la última década. Por un lado, la de los piqueteros, que no se resume sólo a punterismo-clientelismo. Yo marché con ellos y vi que nadie lo hacía sino por una extrema necesidad económica. Y reclamando soluciones. Algunas recibieron en estos 12 años, otras no. Después hubo otro tipo de movilización de las capas medias, lo que se conoce como cacerolazos, y, desde los años ‘70, las movilizaciones por los derechos humanos, bastante más peligrosas, y que si bien eran minoritarias, fueron crecientes. O sea que la sociedad reacciona según los sectores y las necesidades, y no hay tal cosa como “la” sociedad. La ocupación del espacio público es un derecho verdaderamente fundamental como derecho de expresión social y política, por eso a mí la frase de “así como hay derecho a ocupar el espacio público hay derecho a transitar”, me parece banal. Lo que hay en una sociedad es conflicto y hay que ver cómo la política lo resuelve" (las negritas son mías).
Se trata de una mirada interesante, que resalta algo que creemos fundamental: la ocupación del espacio público es, muchas veces, síntoma de un conflicto social del que la política tiene que hacerse cargo. Y vean que aquí incorporamos dentro de la misma categoría a piquetes, cacerolazos, etc.
Varios son los actores que intervienen en los conflictos, no sólo la policía. Pero analizamos su tarea, porque hay un elemento que nos sorprende: se entiende que las fuerzas policiales deben, o bien reprimir, o bien observar. Aclaro que no soy, ni de cerca, especialista. Pero da esa impresión.
Me pregunto: ¿Es correcta esa dicotomía? ¿O es falsa?
Hace un tiempo posteamos una serie de 9 principios escritos por la Policía Metropolitana de Londres en 1829, a propósito de desafortunadas declaraciones del entonces secretario de Seguridad Sergio Berni. Entre esos principios, el número 6 declara "Usar la fuerza física sólo cuando el ejercicio de la persuasión, el consejo y la advertencia es insuficiente para obtener la cooperación del público para restaurar el orden o conseguir que se cumpla la ley; y en ese caso sólo usar el mínimo grado de fuerza física necesario en cada ocasión para conseguir el objetivo de la policía".
A la vista de muchas imágenes de diferentes conflictos recientes (del último año, si, pero especialmente del último mes) me da la impresión de que la persuasión, el consejo y la advertencia brillaron por su ausencia. Y que el uso de fuerza física fue bastante más que "el mínimo".
En todos lados se cuecen habas
En los Estados Unidos el problema de la violencia policial es muy agudo, y suma un componente: las diferencias raciales. Muchos candidatos presidenciales azuzan estas diferencias, y reciben apoyos que en otros paises serían impensados. Por lo que el "profiling" (algo asi como "portación de cara") se vuelve un problema tremendo.
Frente a eso, esta semana en el Late Show de Stephen Colbert entrevistaron a DeRay Mckesson, uno de los impulsores de la llamada "Campaign Zero" (Campaña Cero). Se trata de un esfuerzo para lograr reducir y eliminar la violencia policial. Desde la campaña proponen 10 soluciones, que van desde limitar el uso de la fuerza hasta aumentar y mejorar el entrenamiento de los oficiales.
Ahora bien, volvemos al pago chico ¿Podría ser que, frente a una marcha/piquete/cacerolazo/ la policía tuviese las herramientas para, en todos los casos, utilizar la no violencia como primera medida, y no recurrir a la fuerza sino en aquellos casos en los que es absoluta e indispensablemente necesario? Entiendo que en ocasiones el uso de la fuerza puede ser la única alternativa. Pero aún entonces, puede ser que se logre analizar la situación con más precisión, para no utilizar más violencia de la que cada intervención reclama.
Y hago una aclaración más: esto no es una forma de limitar el accionar policial. Se trata de adaptarlo. De modernizarlo, si quieren.
Porque, por otro lado, quienes realmente requieren del accionar policial, no suelen cortar la calle. Quienes roban y matan lo hacen fuera de la vista y, muchas veces, con la anuencia del poder de turno.
Esta semana Beatriz Sarlo, intelectual autoreconocida de izquierdas, habitual columnista en La Nación y para nada identificada con el kirchnerismo, dijo esto nada menos que en el diario Clarín:
"Los piquetes no nacieron en este país porque a la gente le gustaba salir a las 10 de la mañana del fondo de Isidro Casanova para caminar hasta el centro de Buenos Aires. Iban cargando esos chicos porque había una necesidad de movilización. Es decir que, frente a grandes problemas y grandes carencias, hay una sociedad que se moviliza. La Argentina tuvo varios tipos de movilizaciones en la última década. Por un lado, la de los piqueteros, que no se resume sólo a punterismo-clientelismo. Yo marché con ellos y vi que nadie lo hacía sino por una extrema necesidad económica. Y reclamando soluciones. Algunas recibieron en estos 12 años, otras no. Después hubo otro tipo de movilización de las capas medias, lo que se conoce como cacerolazos, y, desde los años ‘70, las movilizaciones por los derechos humanos, bastante más peligrosas, y que si bien eran minoritarias, fueron crecientes. O sea que la sociedad reacciona según los sectores y las necesidades, y no hay tal cosa como “la” sociedad. La ocupación del espacio público es un derecho verdaderamente fundamental como derecho de expresión social y política, por eso a mí la frase de “así como hay derecho a ocupar el espacio público hay derecho a transitar”, me parece banal. Lo que hay en una sociedad es conflicto y hay que ver cómo la política lo resuelve" (las negritas son mías).
Se trata de una mirada interesante, que resalta algo que creemos fundamental: la ocupación del espacio público es, muchas veces, síntoma de un conflicto social del que la política tiene que hacerse cargo. Y vean que aquí incorporamos dentro de la misma categoría a piquetes, cacerolazos, etc.
Varios son los actores que intervienen en los conflictos, no sólo la policía. Pero analizamos su tarea, porque hay un elemento que nos sorprende: se entiende que las fuerzas policiales deben, o bien reprimir, o bien observar. Aclaro que no soy, ni de cerca, especialista. Pero da esa impresión.
Me pregunto: ¿Es correcta esa dicotomía? ¿O es falsa?
Hace un tiempo posteamos una serie de 9 principios escritos por la Policía Metropolitana de Londres en 1829, a propósito de desafortunadas declaraciones del entonces secretario de Seguridad Sergio Berni. Entre esos principios, el número 6 declara "Usar la fuerza física sólo cuando el ejercicio de la persuasión, el consejo y la advertencia es insuficiente para obtener la cooperación del público para restaurar el orden o conseguir que se cumpla la ley; y en ese caso sólo usar el mínimo grado de fuerza física necesario en cada ocasión para conseguir el objetivo de la policía".
A la vista de muchas imágenes de diferentes conflictos recientes (del último año, si, pero especialmente del último mes) me da la impresión de que la persuasión, el consejo y la advertencia brillaron por su ausencia. Y que el uso de fuerza física fue bastante más que "el mínimo".
En todos lados se cuecen habas
En los Estados Unidos el problema de la violencia policial es muy agudo, y suma un componente: las diferencias raciales. Muchos candidatos presidenciales azuzan estas diferencias, y reciben apoyos que en otros paises serían impensados. Por lo que el "profiling" (algo asi como "portación de cara") se vuelve un problema tremendo.
Frente a eso, esta semana en el Late Show de Stephen Colbert entrevistaron a DeRay Mckesson, uno de los impulsores de la llamada "Campaign Zero" (Campaña Cero). Se trata de un esfuerzo para lograr reducir y eliminar la violencia policial. Desde la campaña proponen 10 soluciones, que van desde limitar el uso de la fuerza hasta aumentar y mejorar el entrenamiento de los oficiales.
Ahora bien, volvemos al pago chico ¿Podría ser que, frente a una marcha/piquete/cacerolazo/ la policía tuviese las herramientas para, en todos los casos, utilizar la no violencia como primera medida, y no recurrir a la fuerza sino en aquellos casos en los que es absoluta e indispensablemente necesario? Entiendo que en ocasiones el uso de la fuerza puede ser la única alternativa. Pero aún entonces, puede ser que se logre analizar la situación con más precisión, para no utilizar más violencia de la que cada intervención reclama.
Y hago una aclaración más: esto no es una forma de limitar el accionar policial. Se trata de adaptarlo. De modernizarlo, si quieren.
Porque, por otro lado, quienes realmente requieren del accionar policial, no suelen cortar la calle. Quienes roban y matan lo hacen fuera de la vista y, muchas veces, con la anuencia del poder de turno.
lunes, 4 de enero de 2016
Así en la Tierra como en el cielo
El capitalismo extractivista ha cruzado una nueva frontera. Bienvenidos a la "U.S. Commercial Space Launch Competitiveness Act" o "Ley de Competitividad de Lanzamientos Espaciales Comerciales".
Se trata de una ley que el presidente Barack Obama firmó el 25 de noviembre (confesión: en la Varietè pensamos en escribirlo, lo olvidamos, y hoy salió en La Nación), pero cuyos efectos se extenderán en el tiempo.
Básicamente, la importancia de la ley radica en dos cosas: Primero, el gobierno de los EE.UU. le da 8 años de gracia a las empresas que realicen vuelos espaciales sin demasiada supervisión por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de dicho país. O sea, armen un cohete, enciéndanlo, y está todo bien. Solamente avisen.
Pero más grave, y el meollo de este post, es el "permiso" que la ley otorga a quienes puedan hacerlo, de buscar, encontrar y vender cualquier elemento no viviente que encuentren en el espacio. Repito: "apoderarse de recursos que pudieran encontrar en un cuerpo celeste".
Lo qué?
Me imagino a Putin, en un cuarto oscuro, con máquinas analógicas y mucho humo (Las oficinas aeroespaciales rusas son así, no Hollywood?), insultando en ruso y mandando a sus secuaces a escribir una ley similar. Y lo mismo China. Y el resto de los países con programa espacial.
Retomamos: cualquier chango que logre hacerlo puede, digamos, instalar una mina en la Luna, y sacarle un mineral que le pinte, traerlo a la Tierra y venderlo. Y dije Luna, pero puede ser asteroide, cometa, Marte, Tatooine, cualquiera. Mientras tengas las capacidades logísticas, metéle.
Uno, que apenas entiende las cosas más básicas, siente que la ley está mal, pero le cuesta expresar por qué. En efecto, EE.UU. dice que no se arroga derechos soberanos sobre aquellos cuerpos celestes explotados. Pero muchos opinan que, como las empresas están atadas a la ley estadounidense, prácticamente se trata de una apropiación.
Además, hay cuestiones relacionadas con la explotación minera que, si bien están descontroladas en la Tierra, al menos tienen activistas y funcionarios mirando y denunciando. Pero ¿que pasa si una empresa contamina la Luna? ¿O modifica el medioambiente de modo tal que lleva una bacteria que se convierte en Voltron y nos liquida a todos? Ok, quizás exagero, pero el punto se entiende.
Además, ¿soy muy pesimista o imagino posibles consecuencias bélicas? Digo, a Putin no le faltan muuuuchas excusas para enemistarse con Occidente. De repente le copás el asteroide y se arma.
Me parece que EE.UU. podría haber encontrado formas menos polémicas de fomentar la industria aeroespacial. Sobre todo, entendiendo que, en este momento, para llegar a la Estación Espacial, tienen que tomarse una nave rusa. Y que, en breve, Putin y China tendrán sus Estaciones Espaciales propias. Se me vienen muchísimos temas más a la cabeza (protocolos medioambientales, riesgos para la Tierra, derechos de quienes trabajen en esas minas).
En este link está el sitio de Planetary Resources, cuyo subtítulo es "La Compañia minera de asteroides". En el video del principio, el CEO de la empresa dice: "Nuestra meta es, nada menos, expandir la economía de nuestro planeta al espacio, accediendo a los recursos que hay en el espacio".
Un laaaargo eufemismo, no lo creen?
Se trata de una ley que el presidente Barack Obama firmó el 25 de noviembre (confesión: en la Varietè pensamos en escribirlo, lo olvidamos, y hoy salió en La Nación), pero cuyos efectos se extenderán en el tiempo.
Básicamente, la importancia de la ley radica en dos cosas: Primero, el gobierno de los EE.UU. le da 8 años de gracia a las empresas que realicen vuelos espaciales sin demasiada supervisión por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de dicho país. O sea, armen un cohete, enciéndanlo, y está todo bien. Solamente avisen.
Pero más grave, y el meollo de este post, es el "permiso" que la ley otorga a quienes puedan hacerlo, de buscar, encontrar y vender cualquier elemento no viviente que encuentren en el espacio. Repito: "apoderarse de recursos que pudieran encontrar en un cuerpo celeste".
Lo qué?
Me imagino a Putin, en un cuarto oscuro, con máquinas analógicas y mucho humo (Las oficinas aeroespaciales rusas son así, no Hollywood?), insultando en ruso y mandando a sus secuaces a escribir una ley similar. Y lo mismo China. Y el resto de los países con programa espacial.
Retomamos: cualquier chango que logre hacerlo puede, digamos, instalar una mina en la Luna, y sacarle un mineral que le pinte, traerlo a la Tierra y venderlo. Y dije Luna, pero puede ser asteroide, cometa, Marte, Tatooine, cualquiera. Mientras tengas las capacidades logísticas, metéle.
Uno, que apenas entiende las cosas más básicas, siente que la ley está mal, pero le cuesta expresar por qué. En efecto, EE.UU. dice que no se arroga derechos soberanos sobre aquellos cuerpos celestes explotados. Pero muchos opinan que, como las empresas están atadas a la ley estadounidense, prácticamente se trata de una apropiación.
Además, hay cuestiones relacionadas con la explotación minera que, si bien están descontroladas en la Tierra, al menos tienen activistas y funcionarios mirando y denunciando. Pero ¿que pasa si una empresa contamina la Luna? ¿O modifica el medioambiente de modo tal que lleva una bacteria que se convierte en Voltron y nos liquida a todos? Ok, quizás exagero, pero el punto se entiende.
Además, ¿soy muy pesimista o imagino posibles consecuencias bélicas? Digo, a Putin no le faltan muuuuchas excusas para enemistarse con Occidente. De repente le copás el asteroide y se arma.
Me parece que EE.UU. podría haber encontrado formas menos polémicas de fomentar la industria aeroespacial. Sobre todo, entendiendo que, en este momento, para llegar a la Estación Espacial, tienen que tomarse una nave rusa. Y que, en breve, Putin y China tendrán sus Estaciones Espaciales propias. Se me vienen muchísimos temas más a la cabeza (protocolos medioambientales, riesgos para la Tierra, derechos de quienes trabajen en esas minas).
En este link está el sitio de Planetary Resources, cuyo subtítulo es "La Compañia minera de asteroides". En el video del principio, el CEO de la empresa dice: "Nuestra meta es, nada menos, expandir la economía de nuestro planeta al espacio, accediendo a los recursos que hay en el espacio".
Un laaaargo eufemismo, no lo creen?
martes, 22 de diciembre de 2015
The Force Awakens (Spoilers)
Este post contiene INCONTABLES REPETIDOS TREMENDOS DEVASTADORES SPOILERS DE THE FORCE AWAKENS POR FAVOR SI NO LA VIO ABSTENGASE DE LEER DE AQUÍ EN ADELANTE.
REPITO: DEVASTADORES. NO LEA.
Bien, no diga que no le avisamos.
Leo hoy en Vox que uno de sus redactores, Matthew Yglesias, afirma que el Episodio 7 (los nros romanos me rompen los huevos) podrá ser mejor evaluado una vez que sepamos que sucede con el Episodio 8.
Concretamente, las similitudes del Ep 7 con el Ep 4 son notables. El plot es casi el mismo, de hecho. Esto apela a la nostalgia, y está bueno. Pero estaría bueno saber si los productores planean rumbear para otros lados, o si Rey es el próximo Luke, Luke es el próximo Yoda, y Ren es el próximo Vader, en cuyo caso más que secuelas van a ser remakes. Yglesias lo explica en la nota.
Que aportamos en la Variete? Pues bien, nosotros les contamos cómo creemos que debería continuar. Si, Lawrence Kasdan, JJ Abrams, fijensé que les parece:
Hasta acá hay spoilers leves pero A PARTIR DE AHORA SE PONE JODIDÍSIMO EL TEMA DEJE DE LEER POR EL AMOR DE OBI-WAN.
Rey es la verdadera Elegida. Se los tiro sin anestesia. No es Vader el que devolverá equilibrio a la fuerza, si no Rey. Y no es hija de Luke, sino que su historia vital es similar a la de Anakin Skywalker. De lo contrario, sería difícil explicar cómo es que una chica que creía que los Jedi eran leyenda de repente le hace un mind trick a Daniel Craig y le gana un duelo a un Caballero Oscuro muy entrenado. Tiene que tener un recuento de midiclorianos por las nubes, como mínimo. Algun desbalance en la Fuerza la creó, algo que seguramente estará relacionado con el Líder Supremo Snoke y su apariencia.
Para balancear la Fuerza y convertirse en Jedi tiene que vencer a Snoke y a Ren. Eso está esperando Luke, que sabe que, a pesar de los esfuerzos de su padre, todavía no se logró el equilibrio en la Fuerza, y que el Lado Oscuro sigue acechando. También sabe que es muy difícil para él combatir a Kylo Ren sólo, porque se trata de su sobrino (si, es hijo de Leia y Han, este es el spoiler devastador, si no vio la película y no me dio bola y leyó hasta acá, ahora se está queriendo cortar los amigos con un DVD del Episodio 1).
Es posible que cuente Rey con la ayuda de Luke, además de ser su aprendiz. Es posible que esté motivada por algún suceso desafortunado en la vida de Finn.
Obvio, esto no agota todas las aristas. Y tranquilamente puede suceder algo que sea absolutamente original y al mismo tiempo totalmente distinto a lo que estamos planteando.
Pero bueno, si no les gusta, armensé un blog.
REPITO: DEVASTADORES. NO LEA.
Bien, no diga que no le avisamos.
Leo hoy en Vox que uno de sus redactores, Matthew Yglesias, afirma que el Episodio 7 (los nros romanos me rompen los huevos) podrá ser mejor evaluado una vez que sepamos que sucede con el Episodio 8.
Concretamente, las similitudes del Ep 7 con el Ep 4 son notables. El plot es casi el mismo, de hecho. Esto apela a la nostalgia, y está bueno. Pero estaría bueno saber si los productores planean rumbear para otros lados, o si Rey es el próximo Luke, Luke es el próximo Yoda, y Ren es el próximo Vader, en cuyo caso más que secuelas van a ser remakes. Yglesias lo explica en la nota.
Que aportamos en la Variete? Pues bien, nosotros les contamos cómo creemos que debería continuar. Si, Lawrence Kasdan, JJ Abrams, fijensé que les parece:
Hasta acá hay spoilers leves pero A PARTIR DE AHORA SE PONE JODIDÍSIMO EL TEMA DEJE DE LEER POR EL AMOR DE OBI-WAN.
Rey es la verdadera Elegida. Se los tiro sin anestesia. No es Vader el que devolverá equilibrio a la fuerza, si no Rey. Y no es hija de Luke, sino que su historia vital es similar a la de Anakin Skywalker. De lo contrario, sería difícil explicar cómo es que una chica que creía que los Jedi eran leyenda de repente le hace un mind trick a Daniel Craig y le gana un duelo a un Caballero Oscuro muy entrenado. Tiene que tener un recuento de midiclorianos por las nubes, como mínimo. Algun desbalance en la Fuerza la creó, algo que seguramente estará relacionado con el Líder Supremo Snoke y su apariencia.
Para balancear la Fuerza y convertirse en Jedi tiene que vencer a Snoke y a Ren. Eso está esperando Luke, que sabe que, a pesar de los esfuerzos de su padre, todavía no se logró el equilibrio en la Fuerza, y que el Lado Oscuro sigue acechando. También sabe que es muy difícil para él combatir a Kylo Ren sólo, porque se trata de su sobrino (si, es hijo de Leia y Han, este es el spoiler devastador, si no vio la película y no me dio bola y leyó hasta acá, ahora se está queriendo cortar los amigos con un DVD del Episodio 1).
Es posible que cuente Rey con la ayuda de Luke, además de ser su aprendiz. Es posible que esté motivada por algún suceso desafortunado en la vida de Finn.
Obvio, esto no agota todas las aristas. Y tranquilamente puede suceder algo que sea absolutamente original y al mismo tiempo totalmente distinto a lo que estamos planteando.
Pero bueno, si no les gusta, armensé un blog.
lunes, 14 de diciembre de 2015
Vengan de a Uno
"Mm mm, mm mmm", o un murmullo similar, cantaba Brad Roberts con su voz de barítono. La banda, los Crash Test Dummies, canadienses ellos, no tuvo mucho más que ese tema.
XTC, banda inglesa de Swindon, nacida a finales de los '70, a partir del movimiento punk.
¿Que tienen en común?
"The Ballad of Peter Pumpkinhead", o bien "La Balada de Pedro Cabezadezapallo".
El tema se editó en el disco "Nosuch" de la banda inglesa, en 1992. Parece una cancioncita tonta, especialmente si pensamos que el cover de los canadienses fue banda de sonido de "Tonto y Retonto".
Sin embargo, si miramos el video de XTC, nos damos cuenta de que hay una serie de referencias indisimulables, y si leemos la letra, más aún.
Los primeros versos, no más, dicen "Pedro vino a la ciudad/esparciendo sabiduría y dinero/alimentó a los hambrientos y alojó a los pobres/Le mostró al Vaticano para qué era el oro/ pero hizo muchos enemigos/de la gente que quiere vernos de rodillas"
Así que ya ven, eso les pasa por sospechar de las Canciones Tontas...
Y, claro! Si no les gusta, Segurola y Habana. Vengan de a Uno
XTC, banda inglesa de Swindon, nacida a finales de los '70, a partir del movimiento punk.
¿Que tienen en común?
"The Ballad of Peter Pumpkinhead", o bien "La Balada de Pedro Cabezadezapallo".
El tema se editó en el disco "Nosuch" de la banda inglesa, en 1992. Parece una cancioncita tonta, especialmente si pensamos que el cover de los canadienses fue banda de sonido de "Tonto y Retonto".
Sin embargo, si miramos el video de XTC, nos damos cuenta de que hay una serie de referencias indisimulables, y si leemos la letra, más aún.
Los primeros versos, no más, dicen "Pedro vino a la ciudad/esparciendo sabiduría y dinero/alimentó a los hambrientos y alojó a los pobres/Le mostró al Vaticano para qué era el oro/ pero hizo muchos enemigos/de la gente que quiere vernos de rodillas"
Así que ya ven, eso les pasa por sospechar de las Canciones Tontas...
Y, claro! Si no les gusta, Segurola y Habana. Vengan de a Uno
jueves, 10 de diciembre de 2015
Ideas vivas
Yo creo en la honestidad intelectual de las personas ¿Está mal?
Yo tengo mi opinión. Durante la existencia de este blog he criticado lo que me parecía criticable, de quién fuera. Como muestra, varios links que señalan cuestiones que me parecen erradas, chotas, etc.
Más allá de las críticas, hubiese preferido que no gane Macri. Lo vivo en la Ciudad, lo anticipo en las personas que conforman su equipo. Es una de esas veces en que lo mejor será que esté equivocado, y que el PRO haga un gran gobierno.
No es que Scioli me hubiese hecho más feliz. Soy de la Provincia de Buenos Aires. No me olvidé de eso. Creo que con Scioli podría haber habido más espacio para defender ciertas cuestiones que merecen ser defendidas. Pero ni siquiera estoy seguro de eso, tampoco.
Tampoco otros que en su momento fueron mencionados como posibles candidatos del kirchnerismo. De hecho, mi voto en primera vuelta fue a Nicolás Del Caño; igual que hace tiempo, mi voto fue a la izquierda.
Sin embargo, han visto, hablo poco de mis elecciones personales. Las establecí arriba como para sacarlas del medio. Pero me interesan más los fenómenos generales.
Como fenómeno general, no puedo evitar mencionar (y sorprenderme ante) esta cosa que sugiere que es de pelotudo/cheto/planero/choripanero/garca/ pensar diferente. Me preocupa mucho, pero en serio.
Un gran amigo, docente, y catequista, me dijo una vez, cuando yo era un jovenzuelo y mi fe católica flaqueaba, que "una fe sin dudas es una fe muerta". Él, creyente, tenía dudas todos los días, pero su fe, aunque flaqueaba, se fortalecía de esas dudas.
Más allá de que la comparación con la fe puede no ser exacta, rescato esto: la idea de estar siempre pensando "¿y si no tengo razón? ¿y si estoy pifiando?"
"La duda es uno de los nombres de la inteligencia", dicen que dijo Borges. Sin embargo no nos permitimos dudar. Y aquí no acepto la tercera persona. A nadie le "impiden" pensar. Es más cómodo, es más fácil, es más barato. Pero no está prohibido.
Sin embargo, a nadie le cabe duda de que quienes apoyan a Macri son "La Patria Sojera", "Garcas de Recoleta"; y quienes ayer llenaron la Plaza de Mayo en apoyo a Cristina son "Acomodaticios", "La Cámpora", "Planeros", etc. Por supuesto, luego de eso todos llaman a la unidad y cantan "Argentina, Argentina" a viva voz.
Yo podría decir que admiro sus convicciones. Pero sería mentira. En el fondo, sospecho de ellas. Sospecho de aquellos que, en ningún momento, expresaron una duda, realizaron una crítica, señalaron un error en su espacio. Sospecho de quienes creen que cualquier cambio será mejor.
Dudo, bah.
Dudo y me pregunto y me informo y opino y acierto y escucho y me equivoco y vuelvo a dudar.
Probablemente no haré ningún aporte fundamental a la sociedad moderna, seguramente no me da el cuero. Pero no le voy a sacar el cuerpo a la responsabilidad que tengo de pensar colectivamente por mi país. Una responsabilidad que tengo porque tengo laburo, tengo casa, morfo todos los días, me ducho cuando yo quiero, y pude estudiar sin preocuparme por la guita.
Los invito a dudar. Los invito a preguntarse si no estarán equivocados. Lo que no significa dejarse convencer. Ni dejar de luchar por las convicciones.
Significa, como decía mi amigo Daniel, no permitir que se nos mueran las ideas.
Yo tengo mi opinión. Durante la existencia de este blog he criticado lo que me parecía criticable, de quién fuera. Como muestra, varios links que señalan cuestiones que me parecen erradas, chotas, etc.
Más allá de las críticas, hubiese preferido que no gane Macri. Lo vivo en la Ciudad, lo anticipo en las personas que conforman su equipo. Es una de esas veces en que lo mejor será que esté equivocado, y que el PRO haga un gran gobierno.
No es que Scioli me hubiese hecho más feliz. Soy de la Provincia de Buenos Aires. No me olvidé de eso. Creo que con Scioli podría haber habido más espacio para defender ciertas cuestiones que merecen ser defendidas. Pero ni siquiera estoy seguro de eso, tampoco.
Tampoco otros que en su momento fueron mencionados como posibles candidatos del kirchnerismo. De hecho, mi voto en primera vuelta fue a Nicolás Del Caño; igual que hace tiempo, mi voto fue a la izquierda.
Sin embargo, han visto, hablo poco de mis elecciones personales. Las establecí arriba como para sacarlas del medio. Pero me interesan más los fenómenos generales.
Como fenómeno general, no puedo evitar mencionar (y sorprenderme ante) esta cosa que sugiere que es de pelotudo/cheto/planero/choripanero/garca/ pensar diferente. Me preocupa mucho, pero en serio.
Un gran amigo, docente, y catequista, me dijo una vez, cuando yo era un jovenzuelo y mi fe católica flaqueaba, que "una fe sin dudas es una fe muerta". Él, creyente, tenía dudas todos los días, pero su fe, aunque flaqueaba, se fortalecía de esas dudas.
Más allá de que la comparación con la fe puede no ser exacta, rescato esto: la idea de estar siempre pensando "¿y si no tengo razón? ¿y si estoy pifiando?"
"La duda es uno de los nombres de la inteligencia", dicen que dijo Borges. Sin embargo no nos permitimos dudar. Y aquí no acepto la tercera persona. A nadie le "impiden" pensar. Es más cómodo, es más fácil, es más barato. Pero no está prohibido.
Sin embargo, a nadie le cabe duda de que quienes apoyan a Macri son "La Patria Sojera", "Garcas de Recoleta"; y quienes ayer llenaron la Plaza de Mayo en apoyo a Cristina son "Acomodaticios", "La Cámpora", "Planeros", etc. Por supuesto, luego de eso todos llaman a la unidad y cantan "Argentina, Argentina" a viva voz.
Yo podría decir que admiro sus convicciones. Pero sería mentira. En el fondo, sospecho de ellas. Sospecho de aquellos que, en ningún momento, expresaron una duda, realizaron una crítica, señalaron un error en su espacio. Sospecho de quienes creen que cualquier cambio será mejor.
Dudo, bah.
Dudo y me pregunto y me informo y opino y acierto y escucho y me equivoco y vuelvo a dudar.
Probablemente no haré ningún aporte fundamental a la sociedad moderna, seguramente no me da el cuero. Pero no le voy a sacar el cuerpo a la responsabilidad que tengo de pensar colectivamente por mi país. Una responsabilidad que tengo porque tengo laburo, tengo casa, morfo todos los días, me ducho cuando yo quiero, y pude estudiar sin preocuparme por la guita.
Los invito a dudar. Los invito a preguntarse si no estarán equivocados. Lo que no significa dejarse convencer. Ni dejar de luchar por las convicciones.
Significa, como decía mi amigo Daniel, no permitir que se nos mueran las ideas.
martes, 10 de noviembre de 2015
Autocrítica
Como siempre aclaramos, la Varietè de ninguna manera se propone agotar el tema que hoy nos convoca. Somos un blog, no la Enciclopedia Británica.
Precisamente nos convoca la autocrítica. Motivan la elección dos sucesos, principalmente.
El primero es el partido por la final de la Copa Argentina, que ganó Boca sobre Rosario Central, y en el que el árbitro, Diego Ceballos, cobró penal a favor de Boca por una falta que un defensor de Central realizó fuera del área. Para quienes no saben de fútbol, esta es una de las guarangadas más grandes que puede cometer un árbitro, con el agravante de que Ceballos estaba bien ubicado y la falta fue por lo menos un metro afuera del área.
No vamos a hablar de otras jugadas polémicas, que las hubo. Tampoco de la autocrítica del árbitro, que admitió que se equivocó, y que fue echado de su laburo.
Vamos a hablar de la autocrítica de los hinchas. Nosotros.
Muchos hinchas de Boca reconocieron que el triunfo quedó manchado. Ganar un trofeo envuelto en tanta polémica, en un país de suspicaces selectivos, es una cagada. Muchos terminaron con sabor agridulce, porque consideraban que Boca había sido el mejor de la temporada (coincidimos) y que merecía demostrarlo por las buenas. Y no estamos hablando de simpatizantes, sino de hinchas hinchas, que sin embargo se permitieron espacio para criticar.
Ahora, muchísimos, demasiados, hinchas de Boca, adoptaron posiciones al menos preocupantes. Muchos recordaron todas las veces en las que un árbitro le jugó una mala pasada a Boca, desde el inicio del amateurismo. Muchos recordaron particularmente los hechos recientes en los partidos eliminatorios de copas internacionales que enfrentaron al xeneize con su archirrrrrrrival River, que a ojos de Boca fueron una injusticia total. Muchos cargaron contra los jugadores e hinchas de Central.
Inclusive algunos ensayaron disculpas al árbitro, y vieron penales hasta que las repeticiones, bien entrado el lunes, los obligaron a retractarse. Otros ensayaron una especie de ninguneada: "LTA".
Como este evento, puedo mencionar al menos uno en los últimos 18 meses que avergüence a cada uno de los equipos "grandes" de Primera División. Quiero decir, no cargamos contra Boca, que además verdaderamente fue un gran equipo en toda la temporada.
Me da la impresión de que muchos de los que integran este segundo grupo entienden que reconocer las circunstancias anómalas en las que ganaron un torneo implica de alguna manera negar y desmerecer lo que se consiguió. Pasó algo similar con los jugadores de Boca, que con excepciones honrosas, decidieron esta vez no hablar del árbitro, defenderlo, o negar. "Nadie quiere ganar una Copa así", y sin embargo la Copa pasará a las vitrinas de Boca, como todas las demás que ganó el club de la ribera, aún aquellas en buena ley, que son una amplia mayoría.
Cortamos este primer punto, y pasamos al segundo
La autocrítica en la política. El candidato a presidente del FPV, Daniel Scioli, aseguró que, entre sus condiciones destacables, está la capacidad de hacer autocrítica. Esto responde al reclamo de un sector que sostiene que el gobierno actual carece de tal capacidad (no estamos diciendo si coincidimos o no. Estamos señalando una tendencia).
Su contrincante, Mauricio Macri, no tuvo la necesidad de hacer semejante aclaración. (Otra vez, no decimos si esto está bien o mal, simplemente entendemos que, por algún motivo, el mismo sector que pide autocrítica de un lado no lo cree necesario del otro).
Ahora bien, otra vez, sobran ejemplos. Utilizamos éste por ser el que está más vigente.
Más allá de la tendencia que señalamos, creemos que la autocrítica es una de esas cosas que, como "el cambio", todos piden, hasta que sucede. Y esto es así porque, al igual que con el cambio, no todo el mundo comprende bien lo que significa, lo que implica la autocrítica.
Declamar capacidades autocríticas es relativamente sencillo. Pruébelo en su casa. Mirese al espejo y diga "yo tengo autocrítica".
Muy distinto es analizar lo que uno hace, ver en qué se equivocó, e intentar cambiar.
"Tenían razón. Nos mandamos un moco. Prometemos solucionarlo". Ojalá vivamos para ver que esa frase sea habitual en políticos. Por el momento, no creemos que prenda demasiado. (Ojo, que esto sucede a escala casi global, no es un invento argentino).
Y acá unimos puntos. El político no reconoce errores por el mismo motivo por el que el hincha dice haber visto penal en una jugada fuera del área. Porque supone que eso desmerece el resto de su gestión.
Y principalmente porque, tanto que nos gusta la autocrítica, todos los demás estamos esperando que alguien reconozca su error para sacudirle precisamente ahi. Todos con el salero en la mano, esperando que los demás muestren sus heridas.
No somos de citar las santas escrituras, pero la verdad, muchachos, el que esté libre de pecado que tire el primer redoblante. Una frase que significa, no que todos somos culpables, sino que no hay que escupir para arriba. Y además, una vez entendido esto, uno deja de concentrarse en pequeñeces, y pasa a leer las cosas de un modo más general, más colectivo, más conciente.
Si vamos a andar buscando las cagadas que se mandó el otro, las vamos a encontrar. Siempre. Y vamos a seguir dando vueltas en círculos. Entonces redoblantes, gases pimienta, penales fuera del área nos tienen empantanados. Y gobiernos sin autocrítica sucedidos por gobiernos sin autocrítica, porque con autocrítica no se ganan elecciones, y el laburo de los políticos (acá lo decimos siempre) es GANAR ELECCIONES.
Si premiamos la autocrítica, y la consiguiente acción para modificar el error, de a poco todos van a dejar de tirar piedras. Y los hinchas, en vez de vitorear al pillo que se tira, van a aplaudir al que, sabiendo que el penal es injusto, lo patea afuera.
PD: ¿Utópico? ¿Naif? ¿Irreal? No lo sé, puede ser. Pero ¿no vale la pena pensarlo?
Precisamente nos convoca la autocrítica. Motivan la elección dos sucesos, principalmente.
El primero es el partido por la final de la Copa Argentina, que ganó Boca sobre Rosario Central, y en el que el árbitro, Diego Ceballos, cobró penal a favor de Boca por una falta que un defensor de Central realizó fuera del área. Para quienes no saben de fútbol, esta es una de las guarangadas más grandes que puede cometer un árbitro, con el agravante de que Ceballos estaba bien ubicado y la falta fue por lo menos un metro afuera del área.
No vamos a hablar de otras jugadas polémicas, que las hubo. Tampoco de la autocrítica del árbitro, que admitió que se equivocó, y que fue echado de su laburo.
Vamos a hablar de la autocrítica de los hinchas. Nosotros.
Muchos hinchas de Boca reconocieron que el triunfo quedó manchado. Ganar un trofeo envuelto en tanta polémica, en un país de suspicaces selectivos, es una cagada. Muchos terminaron con sabor agridulce, porque consideraban que Boca había sido el mejor de la temporada (coincidimos) y que merecía demostrarlo por las buenas. Y no estamos hablando de simpatizantes, sino de hinchas hinchas, que sin embargo se permitieron espacio para criticar.
Ahora, muchísimos, demasiados, hinchas de Boca, adoptaron posiciones al menos preocupantes. Muchos recordaron todas las veces en las que un árbitro le jugó una mala pasada a Boca, desde el inicio del amateurismo. Muchos recordaron particularmente los hechos recientes en los partidos eliminatorios de copas internacionales que enfrentaron al xeneize con su archirrrrrrrival River, que a ojos de Boca fueron una injusticia total. Muchos cargaron contra los jugadores e hinchas de Central.
Inclusive algunos ensayaron disculpas al árbitro, y vieron penales hasta que las repeticiones, bien entrado el lunes, los obligaron a retractarse. Otros ensayaron una especie de ninguneada: "LTA".
Como este evento, puedo mencionar al menos uno en los últimos 18 meses que avergüence a cada uno de los equipos "grandes" de Primera División. Quiero decir, no cargamos contra Boca, que además verdaderamente fue un gran equipo en toda la temporada.
Me da la impresión de que muchos de los que integran este segundo grupo entienden que reconocer las circunstancias anómalas en las que ganaron un torneo implica de alguna manera negar y desmerecer lo que se consiguió. Pasó algo similar con los jugadores de Boca, que con excepciones honrosas, decidieron esta vez no hablar del árbitro, defenderlo, o negar. "Nadie quiere ganar una Copa así", y sin embargo la Copa pasará a las vitrinas de Boca, como todas las demás que ganó el club de la ribera, aún aquellas en buena ley, que son una amplia mayoría.
Cortamos este primer punto, y pasamos al segundo
La autocrítica en la política. El candidato a presidente del FPV, Daniel Scioli, aseguró que, entre sus condiciones destacables, está la capacidad de hacer autocrítica. Esto responde al reclamo de un sector que sostiene que el gobierno actual carece de tal capacidad (no estamos diciendo si coincidimos o no. Estamos señalando una tendencia).
Su contrincante, Mauricio Macri, no tuvo la necesidad de hacer semejante aclaración. (Otra vez, no decimos si esto está bien o mal, simplemente entendemos que, por algún motivo, el mismo sector que pide autocrítica de un lado no lo cree necesario del otro).
Ahora bien, otra vez, sobran ejemplos. Utilizamos éste por ser el que está más vigente.
Más allá de la tendencia que señalamos, creemos que la autocrítica es una de esas cosas que, como "el cambio", todos piden, hasta que sucede. Y esto es así porque, al igual que con el cambio, no todo el mundo comprende bien lo que significa, lo que implica la autocrítica.
Declamar capacidades autocríticas es relativamente sencillo. Pruébelo en su casa. Mirese al espejo y diga "yo tengo autocrítica".
Muy distinto es analizar lo que uno hace, ver en qué se equivocó, e intentar cambiar.
"Tenían razón. Nos mandamos un moco. Prometemos solucionarlo". Ojalá vivamos para ver que esa frase sea habitual en políticos. Por el momento, no creemos que prenda demasiado. (Ojo, que esto sucede a escala casi global, no es un invento argentino).
Y acá unimos puntos. El político no reconoce errores por el mismo motivo por el que el hincha dice haber visto penal en una jugada fuera del área. Porque supone que eso desmerece el resto de su gestión.
Y principalmente porque, tanto que nos gusta la autocrítica, todos los demás estamos esperando que alguien reconozca su error para sacudirle precisamente ahi. Todos con el salero en la mano, esperando que los demás muestren sus heridas.
No somos de citar las santas escrituras, pero la verdad, muchachos, el que esté libre de pecado que tire el primer redoblante. Una frase que significa, no que todos somos culpables, sino que no hay que escupir para arriba. Y además, una vez entendido esto, uno deja de concentrarse en pequeñeces, y pasa a leer las cosas de un modo más general, más colectivo, más conciente.
Si vamos a andar buscando las cagadas que se mandó el otro, las vamos a encontrar. Siempre. Y vamos a seguir dando vueltas en círculos. Entonces redoblantes, gases pimienta, penales fuera del área nos tienen empantanados. Y gobiernos sin autocrítica sucedidos por gobiernos sin autocrítica, porque con autocrítica no se ganan elecciones, y el laburo de los políticos (acá lo decimos siempre) es GANAR ELECCIONES.
Si premiamos la autocrítica, y la consiguiente acción para modificar el error, de a poco todos van a dejar de tirar piedras. Y los hinchas, en vez de vitorear al pillo que se tira, van a aplaudir al que, sabiendo que el penal es injusto, lo patea afuera.
PD: ¿Utópico? ¿Naif? ¿Irreal? No lo sé, puede ser. Pero ¿no vale la pena pensarlo?
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