lunes, 4 de enero de 2016

Así en la Tierra como en el cielo

El capitalismo extractivista ha cruzado una nueva frontera. Bienvenidos a la "U.S. Commercial Space Launch Competitiveness Act" o "Ley de Competitividad de Lanzamientos Espaciales Comerciales".

Se trata de una ley que el presidente Barack Obama firmó el 25 de noviembre (confesión: en la Varietè pensamos en escribirlo, lo olvidamos, y hoy salió en La Nación), pero cuyos efectos se extenderán en el tiempo.

Básicamente, la importancia de la ley radica en dos cosas: Primero, el gobierno de los EE.UU. le da 8 años de gracia a las empresas que realicen vuelos espaciales sin demasiada supervisión por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de dicho país. O sea, armen un cohete, enciéndanlo, y está todo bien. Solamente avisen.

Pero más grave, y el meollo de este post, es el "permiso" que la ley otorga a quienes puedan hacerlo, de buscar, encontrar y vender cualquier elemento no viviente que encuentren en el espacio. Repito: "apoderarse de recursos que pudieran encontrar en un cuerpo celeste".


Lo qué?

Me imagino a Putin, en un cuarto oscuro, con máquinas analógicas y mucho humo (Las oficinas aeroespaciales rusas son así, no Hollywood?), insultando en ruso y mandando a sus secuaces a escribir una ley similar. Y lo mismo China. Y el resto de los países con programa espacial.

Retomamos: cualquier chango que logre hacerlo puede, digamos, instalar una mina en la Luna, y sacarle un mineral que le pinte, traerlo a la Tierra y venderlo. Y dije Luna, pero puede ser asteroide, cometa, Marte, Tatooine, cualquiera. Mientras tengas las capacidades logísticas, metéle.

Uno, que apenas entiende las cosas más básicas, siente que la ley está mal, pero le cuesta expresar por qué. En efecto, EE.UU. dice que no se arroga derechos soberanos sobre aquellos cuerpos celestes explotados. Pero muchos opinan que, como las empresas están atadas a la ley estadounidense, prácticamente se trata de una apropiación.

Además, hay cuestiones relacionadas con la explotación minera que, si bien están descontroladas en la Tierra, al menos tienen activistas y funcionarios mirando y denunciando. Pero ¿que pasa si una empresa contamina la Luna? ¿O modifica el medioambiente de modo tal que lleva una bacteria que se convierte en Voltron y nos liquida a todos? Ok, quizás exagero, pero el punto se entiende.

Además, ¿soy muy pesimista o imagino posibles consecuencias bélicas? Digo, a Putin no le faltan muuuuchas excusas para enemistarse con Occidente. De repente le copás el asteroide y se arma.

Me parece que EE.UU. podría haber encontrado formas menos polémicas de fomentar la industria aeroespacial. Sobre todo, entendiendo que, en este momento, para llegar a la Estación Espacial, tienen que tomarse una nave rusa. Y que, en breve, Putin y China tendrán sus Estaciones Espaciales propias. Se me vienen muchísimos temas más a la cabeza (protocolos medioambientales, riesgos para la Tierra, derechos de quienes trabajen en esas minas).

En este link está el sitio de Planetary Resources, cuyo subtítulo es "La Compañia minera de asteroides". En el video del principio, el CEO de la empresa dice: "Nuestra meta es, nada menos, expandir la economía de nuestro planeta al espacio, accediendo a los recursos que hay en el espacio".

Un laaaargo eufemismo, no lo creen?




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