martes, 2 de junio de 2015

La primera piedra y esas cosas

El domingo salió en La Nación una nota de John Carlin, que también fue publicada en El País de España, titulada "Conspiraciones, Conspiraciones". Se refiere a las declaraciones de Vladimir Putin respecto de la estrategia de Estados Unidos para que, investigación de corrupción mediante, el mundial 2018 no se desarrolle en Rusia.

Es posible que yo me esté equivocando (ha sucedido en otras oportunidades) pero me parece ineludible el tono irónico de Carlin. Arranca la nota con el siguiente párrafo:

"Hay quien se traga la versión de Vladimir Putin de que la operación legal liderada por el FBI y la fiscal general estadounidense Loretta Lynch contra los corruptos de la FIFA es, en el fondo, una maniobra geopolítica para impedir que el Mundial de 2018 se celebre en Rusia. Bien. Todo es posible. Propongamos otras teorías conspirativas."


El uso del verbo "traga" es, creo elocuente.

Ahora bien, esto no necesariamente significa que, por descreer de Carlin, le creemos a Putin. Evidentemente, el mandatario ruso intenta llevar agua para su molino. No tiene por qué tener razón.

Sin embargo, creemos que es posible pensar que Estados Unidos está investigando a la FIFA luego de haberse quedado calentitos por no poder ser ellos quienes organicen el mundial, tras la votación perdida ante Qatar. En esta nota, de Ezequiel Fernández Moores, también en La Nación, se cuenta un poco de este tema. Y en esta otra agrega algunos datos que, al menos, ponen en tela de juicio esto de "la policía del mundo", postura por default de Estados Unidos.

Abajo les voy a adjuntar un video de Jon Stewart. Ahi repasa una serie de puntos que suenan interesantes. Como el video está en inglés solamente, describo lo principal.

Primero, Stewart señala (mediante un sketch que recomiendo) que la investigación demoró 24 años. Para que usted tenga una idea, Maradona aún jugaba al fútbol, Pablo Aimar tenía 11 años, y a Racing le faltaban 10 para volver a salir campeón.

Luego, Stewart se pregunta por qué la justicia norteamericana está conduciendo esta investigación. La respuesta es que las operaciones financieras se planearon y se realizaron en entidades norteamericanas. "Los estadounidenses tal vez no miremos soccer, pero gustosamente - más aún, con entusiasmo- financiaremos y lavaremos su sucio, sucio dinero", se burla el conductor.

En efecto, mientras los sobornos en la FIFA están siendo investigados y sus responsables con pedido de cárcel, muchos banqueros han pagado (severas, cierto) multas por malversaciones que dejaron en ruinas a los mercados globales, por manejar fondos de países asociados con el terrorismo, o incluso por mediar en las operaciones de lavado del fútbol. "Si te metés con el deporte, vas a ir a la cárcel; si sos parte de una institución financiera que lavó el dinero de los que se metieron con el deporte, te vas a ir de vacaciones, y algunos de ustedes deberán buscar empleo en Monster.com".

Volvemos a la nota de Carlin.

"O tal vez no haya nada. Cabe siempre la posibilidad de que se trate de una investigación judicial y nada más. A veces, como nos recordó Freud, un puro es solamente un puro.", cierra el periodista.

Disentimos. A estos niveles, nunca se trata de "una investigación y nada más". Creemos que la investigación tiene una base sólida: la FIFA es corrupta. Pero creemos que el momento elegido para llevarla adelante no es casual. Y que el blanco tampoco lo es. Y además, investigar a la FIFA a estos niveles y omitir pesquisas similares puertas adentro es tan norteamericano como el hockey sobre hielo.


Durante años, investigadores, periodistas, y otros interesados señalaron en libros, notas e informes que la FIFA no era trigo limpio. Estados Unidos, se ve, estaba atrasado con la lectura.





(El video de Stewart)


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