sábado, 1 de noviembre de 2014

De las aventuras del ciudadano en el CGP; Relato Épico

(Continuamos con el relato iniciado en el post anterior)

El primer intento de anotar a nuestra hija en el Registro Civil había fallado en toda línea. Teníamos que volver a sacar turno, y llevar papeles que acreditaran que el apellido de mi señora era el que efectivamente es. Así lo hicimos. Fotocopias de la partida de nacimiento, y un viejo "DNI libretita verde" que tenía el apellido bien escrito, con diéresis.

Fuimos de nuevo al CGP lejano, en el nuevo turno que nos dieron, el jueves 30 de octubre, a las 10 AM. Y aquí empieza el verdadero viaje, la real e intensa odisea.


Nos dieron el número 7, e iban por el 3. Basado en experiencias anteriores, calculé que no ibamos a ser atendidos en menos de 1 hora. Esta vez estábamos los 3 porque, en teoría, foto y huellas dactilares mediante, salíamos con el trámite terminado. Así que mi hija, con menos de 4 semanas en este mundo, se dispuso a realizar por primera vez una actividad que, en el futuro, será corriente: hacer cola.

En mi sesión anterior yo había mandado sendos tuits a los responsables políticos de semejante despropósito administrativo, pero no había recibido respuesta, así que ni me gasté. Las 10 se hicieron las 11. Y a las 11, finalmente, nos llamaron.

Una empleada nos recibió y nos hizo pasar a un escritorio. Allí nos explicó "esta máquina está rota, así que yo les hago todo el papeleo, y después los llama una compañera mía y les hace la carga". Los papeles pasaron, y el DNI verde más la partida zanjaron el problema de la diéresis, que había sido el motivo por el que tuvimos que volver. Las cosas parecían mejorar.

"Tengan un poquito de paciencia y ya los llama mi compañera", nos dijeron. Ese poquito fue un rato, pero a eso de las 11.20 pasamos a una de las computadoras que si andaba.

Empezó la carga informatizada de los datos, al cabo de los cuáles, en teoría, teniamos que pasar a un control de los datos y a terminar foto y huellas. Pero en el interín, surgió un primer problema:

La diéresis.

¿Se acuerdan que la empleada se ufanó de haber hecho un montón de DNI con diéresis? Bueno, resulta que, en este caso, las diéresis sólo salían en minúscula. No había forma de ponerlo en mayúsculas. O sea que aquello tan sencillo, tan rutinario, tan común, se había transformado, nuevamente, en un problema.

"Sólo me queda en minúscula" se resignó la empleada, mientras que la que en la anterior jornada había dicho que era fácil, ahora no podía ayudar, aunque insistía: "en mi máquina si se puede". Aceptamos la minúscula. A todo esto, habían pasado las 12 del mediodía. Pero entonces sucedió otra cosa: a la señora se le colgó la máquina, quizás ofendida por haberla puteado tanto.

En el interín, la señora nos explicó cómo funcionan los turnos. Dan 3 por hora, pero suelen tener problemas con las máquinas, por lo que, para las 10, ya están atrasadas. Esto significa que el atraso se acumula.

"Yo le escribí tuits al jefe de gobierno, pero no respondió", dije. "Lo malo no lo responde" me dijeron los empleados, "pero capaz va a tomar mate a tu casa". En un papelito en la caja anunciaba que todos los trabajadores estaban en estado de asamblea por falta de compromisos laborales cumplidos.

La máquina se descolgó, terminó la carga, salieron los papeles impresos, y entonces nos pidieron que esperemos a que el juez de paz firmara todo, para avanzar. El juez de paz se fue cuando cantaron el número 49, y volvió en el 60. Esto implica que varias personas tuvieron que volver a sacar número, porque el que tenían pasó sin haber firmado los papeles. Gracias a jebús, teníamos el 63.

Alrededor de 12.20 cantaron mi número, me hicieron el control de datos y quedamos listos para el final del trámite. Este consiste en un box en donde te vuelven a preguntar un montón de cosas que ya repetiste, marcan los pulgares de ambas manos, y sacan foto del niño/a.

Y en ese momento, las palabras fatales, que marcarán a las generaciones venideras a sangre y fuego:

 "Se cayó el sistema".

Aproximadamente a las 12.30, el sistema de todos los CGP de toda la Capital Federal se cayó. Al menos, eso dijeron. Y sugirieron que, si bien suele volver rápido, cuando se cae en todos al mismo tiempo "a veces ni vuelve".

Desolación. En ese momento, después de 2 citas, un total de 3 horas y media y contando, 4 números, varias colas y más de 100 mangos de estacionamiento, el trámite seguía sin terminar, y amenazaba con no terminar nunca. Mi hija aguantaba estóicamente, sin llorar, pero yo estaba al borde de las lágrimas.

Nos debatimos respecto de irnos, quedarnos, esperar, dinamitar todo; incluso especulamos con gritar "Y ahora, quién podrá defendernos?" a la espera de que Gómez Bolaños aparezca de atrás de una columna

... y en esos 45 minutos volvió el sistema!! VOLVIÓ, VAMOS CARAJO!!!!!!!!!

30 minutos más y afortunadamente llegamos a destino. "El DNI les va a llegar a su domicilio en 15 o 20 días hábiles".

13.30 fue el horario de salida.


Sé que a pesar del disclaimer con el que empezó el post pasado, muchos pensarán que esto es una chicana para con el Gobierno de la Ciudad. Y tienen razón. Es contra quienes gobiernan desde el Ejecutivo, desde el Legislativo, desde el Judicial; desde el oficialismo y la oposición. Y es también contra las demás dependencias, que a lo largo de los años me han tenido esperando en colas, sean radicales, peronistas, PRO o hinchas de Atlanta.

Y sobre todo es contra los que nos seguimos bancando que nos boludeen.



UPDATE: Llegó el DNI. En el plástico, la Ö aparece en mayúsculas...

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