martes, 9 de abril de 2013

Nuestra mierda

Hoy estaba escuchando la radio. En Rock & Pop Ernesto Tenembaum señalaba, con razón, que era más importante invertir en obras hidráulicas para evitar inundaciones que en rutilantes estadios de fútbol.  Y expresaba una idea que, si la entendí bien, era esta: da más "rédito político" hacer un gran estadio que una cloaca o un entubamiento.

Desde chico, cada vez que se acercaban elecciones, los adultos decían "están asfaltando/pintando/mejorando, se nota que vienen elecciones". Gobernar es hacer obras, djio alguna vez alguno por ahi.Yo, de 10 u 11 años, me preguntaba que había de malo en arreglar las calles.

A medida que fui creciendo me fui dando cuenta de las cosas que estaban mal, y que nadie arreglaba, ni por elecciones ni por ningún otro motivo. Entre ellas, los problemas infraestructurales de las ciudades. Como las inundaciones. Sin embargo, dirigentes de todo nivel volvían a arreglar calles, plazas y asfaltos cada vez que se aproximaba una elección. Y seguían negligiendo lo otro. Todo esto, con resultados similares.

Los gobiernos implicados en la última inundación renovaron sus mandatos con holgura. Mauricio Macri sacó más de 47% en primera vuelta y más del 64% en la segunda. Scioli consiguió un 55% de los votos y Bruera sacó el 35% de los votos en su reelección en La Plata. A nivel nacional, el FPV obtuvo el mentado 54%. Del mismo modo, la mayoría de los oficialismos retuvo sus mandatos en todos los niveles.

Tenembaum le reclama a Bruera que salga a decir que ni la Provincia ni la Nación le avalaron obras hídricas porque en 2009 jugó en contra del oficialismo, y le están pasando factura, una especie de deslinde de responsabilidades a la PRO. Y que si no, se dedique a otra cosa. Y que los políticos se dediquen a hacer las cosas que hacen falta y no aquellas que les dan "rédito político" porque si no "la política es una mierda".


La política es una mierda.


¿Qué es el rédito político? ¿Son patacones? ¿billetes de curso legal? Si no me equivoco son votos. Un político quiere alcanzar altas esferas de poder, del mismo modo que un médico quiere alcanzar excelencia en su profesión. El médico necesita curar gente. Y el político necesita que lo voten. Para que lo voten tiene que hacer cosas que le den "rédito político". Entonces, se manda tremendo estadio en medio de una zona humilde.

De antemano reconozco que el párrafo anterior es una tremenda simplificación, pero me permito seguir elaborando sobre él, porque es, también, un análisis muy común.

Impugno, primero, la base de la idea. No estoy seguro de que estadios den más rédito político que obras de infraestructura.  No puedo decir que no, pero tampoco que si. Imaginen un jefe de gobierno que solucione definitivamente el problema del tránsito en la ciudad.

Ahora bien: supongamos que nos atenemos a la idea base. Cuando vienen las elecciones, asfaltá, cambiá semáforos, y construí estadios. Eso te da rédito político.

¿Si un político quiere hacer carrera, va a besar bebés o va a decir que le dan asco? ¿Va a estrechar manos con confianza, o se va a poner alcohol en gel después de cada una? En definitiva ¿va a construir estadios o cloacas?

¿Quienes damos el rédito político? Nosotros, muchachos. Nosotros. 

Somos nosotros los que aplaudimos el estadio y no la cloaca. Somos nosotros los que vivamos el recital gratuito que se hace con plata destinada a otros medios. Y somos nosotros los que nos rasgamos las vestiduras cuando, luego de eso, se nos mete un metro de agua en casa.

Entonces nosotros decidimos participar, ser solidarios, donar. Pero ese ejemplo de civismo se apaga con el último camión donado. Y volvemos a pensar en cada uno, hasta la próxima catástrofe.

Y ya se que nadie se va a poner dentro de ese "nosotros". Pero evidentemente alguien lo compone. Porque allí están.

¿Tenemos los políticos que nos merecemos? ¿Somos nosotros, también, una mierda?




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