El conflicto entre Israel y Palestina me escapa. Me es difícil de entender. Este post me ayudó un poco, más que nada en lo coyuntural, por decirlo de una manera.
Quiero rescatar los cosas tangenciales, digamos. La primera es el laburo de los colegas periodistas que están en el lugar en donde caen las bombas. No me voy a poner en el lugar de decir que ese laburo es mejor, más "periodístico"; sería una guachada, y sería medir dos cosas distintas con la misma vara. Si voy a decir que muchos corresponsales realmente hacen un laburo tremendo, ponen el cuerpo, y se dedican con la misma pasión con la que otros hacen deportes o política o lo que sea, mientras que otros se dedican a chivear y operar en oficinas con aire.
Pero esa no es nada. La segunda es la guerra. La muerte. Y otra vez, el lugar común de "la guerra es una mierda" no me va. Obvio que la guerra es chota. Lo flasehante de esta guerra es que se antoja eterna. Y creo que eso es lo que la hace difícil de entender.
Respecto de este conflicto hemos hablado poco y en temas precisos. Nunca de la cosa general.
Pediríamos paz en la región. Pediríamos que se restituyan las fronteras de un modo que conforme a todos. Pediríamos que las naciones del mundo intenten mediar para conseguirlo, y que no muera más gente.
Luego pediríamos una bicicleta para Reyes. Pero nada de eso existe.
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