jueves, 8 de noviembre de 2012

Eyes wide shut

Creo que la lectura más importante que puede hacerse de la marcha que se realizará hoy en diferentes puntos del país es que hay una porción grande de la gente que le está reclamando intensamente respuestas y soluciones a la clase política argentina.

Si. Le están reclamando al gobierno nacional, a los gobiernos provinciales y municipales. A los poderes ejecutivos y legislativos y judiciales a todo nivel. No creemos que esta marcha sea exclusivamente en contra del gobierno nacional, aunque es probable que se lleve la mayoría de las puteadas, y casi toda la atención de los medios. Creemos que a cada instancia le toca una responsabilidad, y la de quienes gobiernan hace 10 años es mayor a la de quienes son oposición. Esto no implica que la oposición no la tenga también (tema de otro post).

(Dato: Clarín encabeza su nota de hoy señalando que la marcha es contra el gobierno. Pero De Narváez dijo " Yo creo que cuando la gente sale a protestar es porque la política, toda, está fracasando" y Sanz, también: "el principal (destinatario de la protesta) es el Gobierno, (pero) la oposición es otro)

Sería insensato para cualquier político argentino desestimar esta protesta. En éste sentido, el gobierno nacional y personajes cercanos encabezan las acciones, con acusaciones de golpismo de mínima y nazismo de máxima. Opositores los siguen de cerca, intentando capitalizar la marcha en lugar de aceptar lo que les toca, o bien afirmando que se sienten representados por la movida, cuando lo que la movida busca es representación. Como ven, la insensatez cunde.

Frente a esto, la opción que hacemos es siempre la misma: comprometerse. Comprometerse desde el trabajo, desde el conocimiento, desde la participación social, desde la militancia a cualquier nivel y en cualquier espacio político. No quedarse con lo primero que uno escucha, ni por eso sostener las creencias de uno menos firmemente. Y si eso implica salir a la calle, la calle es de todos. A salir no más.

Nosotros no vamos al #8N. Por muchos motivos (recomiendo esta nota de Bruno Bimbi, para ver sólo algunos). Pero el motivo principal es que nuestro compromiso está en otro lado. En un lugar que creemos más orgánico, más productivo, y menos coyuntural. Ojalá esta marcha permita que a algún dirigente opositor se le prenda la lámpara e imagine y promueva un modelo de país alternativo. La Argentina lo necesita.











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