miércoles, 29 de septiembre de 2010
Suerte es lo que falta
¿Vieron que hay cierta gente que desea "éxitos" en lugar de suerte?
Dice Wikipedia:
Se llama suerte a la creencia en una organización de los sucesos afortunados y desafortunados. Es una forma de superstición interpretada de forma diferente por individuos diferentes (...) En la visión racionalista del mundo, la probabilidad sólo está afectada por relaciones causales confirmadas. Que un ladrillo caiga sobre una persona que camine bajo él, por tanto, no está en función de la suerte de dicha persona, sino que es el resultado de la colección de ocurrencias comprensibles (o explicables). Estadísticamente, cualquier persona que camine bajo el edificio tenía probabilidades de que le cayese el ladrillo.
Bien, entonces entendemos que, de acuerdo a los racionalistas, la suerte no existe, sino que existen mayores o menores posibilidades de que las cosas sucedan. Ok?
Ahora bien, el éxito es la buena aceptación que tiene alguien o algo. Con origen en el término latino exĭtus (“salida”), el concepto se refiere al resultado feliz de un negocio o actuación, y al fin o terminación de un negocio o asunto.
Resumiendo: hay quienes creen que es mejor desear la buena resolución de algo, que una concatenación afortunada de hechos en favor de uno.
Demasiado complejo hasta acá?
Resulta que la gente que desea éxitos lo hace o suele hacerlo porque considera que sólo necesitan suerte aquellas personas que no tienen talento o capacidad para tener éxito sin recaer en lo fortuito. O sea que al hacerlo te piropean.
A lo cuál respondo dos cosas: primero, si mi triunfo va a ser basado en la suerte o no va a ser, que venga la suerte, no más. Nada más fortuito que la lotería, y no conozco a nadie que no quiera ganársela billete por billete. Sépanlo: lo que desean éxitos, no desean que te ganes la lotería.
Y segundo: no conocen a nadie tremendamente talentoso, que no haya tenido éxito? Acaso tener éxito no implica también tener un poco de suerte?
Realizo una aclaración más: quienes dicen "éxitos" suelen ser racionalistas, y en lugar de suerte utilizan algún eufemismo despreciativo, como "orto", "culo" o "tarro".
A mi, mandenmé suerte.
martes, 28 de septiembre de 2010
No jodamos
Adrián tiene una capacidad especial para poner en palabras las cosas que piensa (y que muchos compartimos). Lo comparto sin comentarios, porque es al pedo volver a decir lo que está tan bien dicho.
No jodamos*
Ante todo y lejos del discurso consensuado en los medios que los condena, confieso que estoy a favor de los escraches. Cuando HIJOS de desaparecidos los visibilizaron, pocos periodistas –casi ninguno- los condenaba. Es que el "escrache a la Argentina " se visibilizó como una acción de repudio a los represores, es decir a los hijos de puta. Para los demás no había escraches. Había que ser hijo de puta para tener uno. Y estoy de acuerdo con que haya sido así. Y creo que no hace falta explicar el concepto de "hijo de puta".
Un ejemplo a favor de mi argumento: ¿por qué el escrache a Estela de Carlotto hecho en 2005 por los padres de las víctimas de Cromañón fue condenado por buena parte de la sociedad, o al menos de los medios? Porque Estela no es una criminal, es una mujer de bien. Igual que Hebe. Ambas lo son, aún con todos sus errores y nuestras críticas.
¿Cuándo empezaron a ser criticados públicamente los escraches? Cuando pasó lo que pasó con Estela y cuando los miembros de la tercera, cuarta, quinta y undécima fila de las corporaciones agropecuarias se los hicieron a funcionarios y legisladores oficialistas, durante el conflicto por la Resolución 125. Antes, no.
Por qué hago esta introducción. Porque me parece que a los compañeros que apoyan al Gobierno se les está yendo la mano. (Y ojo eh, que digo "a los compañeros"; porque hay muchos que defienden o integran el Gobierno que no lo son ni podrían serlo. Es más, son enemigos.)
En estos días se sacó a relucir que Julio Strassera había sido fiscal durante la dictadura y que no eligió juzgar a los genocidas, sino que hacerlo le tocó en suerte por ser empleado de carrera judicial... Haber dicho esto esconde la pretensión de desmerecer todo lo que hizo. Y hacerlo sería una injusticia. O por lo menos una boludez. Y no porque se lo quite del bronce de la historia con la leyenda "nunca más", sino por el contexto en que se lo juzga: no se le había cuestionado esa parte de su pasado hasta que él se permitió hace días dudar de la veracidad de los dichos de Lidia Papaleo sobre las presiones que recibió para firmar la venta de Papel Prensa. Es decir, por relativizar (¡relativizar!) el rigor del caso sobre el cual el Gobierno nacional basa su –acertada- denuncia contra las empresas que monopolizaron la venta del papel para diarios...
Fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien dijo que a Strassera "las circunstancias lo pusieron en ese lugar", en el de fiscal de uno de los juicios más trascendentes de la historia. Está bien. Entonces uno podría preguntarse ¿cuáles fueron las circunstancias y cuál el lugar de Aníbal Fernández en ese momento histórico? Desautorizar a Strassera por una opinión a contramano no sólo es correr el riesgo de tironear la soga al punto de que cualquier gil pueda concluir en que "el que enjuició a los milicos también fue un hijo de puta", sino que además de ser injusto es irse un poquito al carajo.
Y no sólo por eso, sino porque también es detenerse en algo que no conduce a nada constructivo. Y llevar la discusión política a la mera lógica del escrache y la condena de alguien por alguna contradicción, es peligroso. Y si no lo fuera, si hubiera que sí o sí hacer política de esa manera, pues bien, seamos equitativos: recordemos que Aníbal Fernández fue uno de los que fogoneó la represión que derivó en el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón; que el titular de la bancada del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, fue tan menemista como ahora kirchnerista; que el titular de la CGT , Hugo Moyano, defiende tanto la democracia sindical como Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat. Digamos también que hasta antes de 2003 el Partido Justicialista jamás había reconocido a sus desaparecidos, que las juventudes pseudo-revolucionarias del kirchnerismo creen que José Ignacio "Rucci fue un compañero", que el Plan Argentina Trabaja da una garantía laboral equivalente a la del Plan Trabajar del matrimonio Duhalde, y que las listas del FpV siempre fueron un aguantadero con Carlos Ruckauf, Mabel Muller, Alberto Descalzo, Mario Ishi y Mariano West, entre otros impresentables. Y hagámosles un escrache mediático o callejero. Si no, no empecemos, eh...
Si hay algo que debe saber bien quien hace política, es identificar al enemigo. Y hay mucha gente a la que se le está condenando y no es el enemigo.
Aparte, dejémonos de joder, no vivimos en un momento de la historia argentina en que haya que estar de un lado o del otro. No. Hay un montón de zonas grises desde las cuales se construye poder, pero que son víctimas de la taxonomía idiota de quienes suponen que sólo hay posibilidad de ser kirchnerista o anti kirchnerista. Y ojo, que comprendo la lógica centrípeta de quien tiene el poder y quiere atraer hacia sí a todos. La política es así. Los bloques históricos del querido Gramsci se conforman así. Pero una cosa es querer seducir, y otra es hacer lo que hacíamos cuando teníamos cinco años y a la chica que nos gustaba en el jardín de infantes le tirábamos del pelo para llamarle la atención...
Admitámoslo, admítanlo los compañeros: el "quien no está conmigo está contra mí" es germen del discurso totalitario. Que me perdonen mis amigos cristianos, pero la lógica de esa frase del Evangelio de Lucas es totalitaria. Y que me perdonen mis amigos que defienden a ultranza a Néstor y Cristina, pero la lógica de dañar a partir del escrache a las contradicciones de quien critique parte (¡parte!) del relato kirchnerista es, por lo menos, peligroso. Entonces, no jodamos con eso de escupir para arriba. No empecemos...
AFD
* Le robé el título a Sasturain.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Sunday morning
Siendo domingo a la mañana (ver arriba) compartimos este video que encontramos en You Tube.
Se trata de Crosby Stills y Nash. Banda formada por David Crosby (en el video, a la izquierda de su pantalla, voz más grave), Graham Nash (en el centro, vos de contratenor), y Stephen Stills (derecha, con la guitarra al principio, anteojos, voz tenor). Una banda de esas que hicieron historia, capos de Woodstock, y con arreglos de voces de antología, solían juntarse con Neil Young y armar CSN&Y.
El primero de los 3 temas del video es "You don't have to cry", un single que salió en la reedición del primer disco de CSN, aunque es de los primeros temas que el grupo cantó juntos. Bellísima composición de Stills.
El tercero es "Teach your children", de Nash. Salió en el segundo disco de la banda, Deja Vu, en 1970. La guitarra lap slide la toca Jerry García, de the Grateful Dead. Habla de la relación de Nash con su padre, y de padres e hijos en general.
El tema del medio (de pie) es nada más y nada menos que Blackbird. Si, la obra maestra de Paul McCartney, pero como si hubiese nacido en Atlanta. Con algunos toques geniales, como la aceleración del tempo que Stills hace en la parte instrumental, mientras Nash y Crsoby meten coritos.
El combo es tan, pero tan genial, que a lo mejor a las 15 ya están con Mötorhead. Guarda.
(Lo linkeo, porque no te dejan ponerlo, no te dejan)
sábado, 25 de septiembre de 2010
Grossos.
Jacobo Winograd: "A Ricky Martin no le gusta el chizito, le gusta el Tren de la Costa"
Juanse: "Ricky Martin es impresentable"
Pocho La Pantera: "Amor a la Mexicana debe ser tirar un poco de pisco, sal, limón, y (silbido)".
Machito Ponce: "Los 90 eran una época adonde uno pensaba que el carnaval iba a durar toda la vida"
Claudia Albertario: "Era la más gato del Boliche"
Roque Casciero: "Preferiría vivir sin aire antes que volver a escuchar esa canción"
Pocho: "Me las devoro otra vez sin Uvasal, para no ercutar"
viernes, 24 de septiembre de 2010
Huguito's style
Digo entonces, pensaba en las elecciones, pero no especificamente en la CTA, sino en la CGT.
Pequeña ecuación: Si gana Yasky, el lazo con CGT del Gobierno tiene un competidor. Si gana Micheli, ese lazo se afirma, porque sigue siendo la única pata sindical del gobierno.
Parece que Moyano pensaba lo mismo, che.
La CGT siempre estuvo en contra de que a la CTA se le diera investidura gremial posta, porque eso les desataba la vaca ¿Como va a hacer Moyano para oponerse, si Yasky se alimenta de la misma teta que él?
Con Micheli en cambio sería más fácil, porque atacar a quienes se oponen es casi deporte para don Hugo. Además existen rumores de que la CTA se separa si gana Yasky, es decir, más guenas noticias.
Y encima, Huguito empieza a tener problemas en el frente interno.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Invento Nacional

Una de las primeras cosas que me pidieron como nota en la facultad fue hacer una columna de radio. "Concreta, dos ideas, sin leer, dos minutos a lo sumo", si no recuerdo mal. Decidí hacerla de transporte público en Lomas de Zamora, o sea, basicamente colectivos.
Me acerqué entonces a la terminal de una empresa (no viene al caso cuál). Es una especie de playa de estacionamiento, con una pequeña garita. Pregunté, efectivamente, si se podía hablar con alguien de prensa.
No recuerdo el diálogo exacto, pero si recuerdo que llamé a un teléfono, y me dijeron "estas empresas tienen organigramas de la década del '70. Lo más parecido a prensa es recursos humanos".
Esto viene a cuento de que la línea 44 (ahora si viene a cuento) que va de Pompeya a Barrancas, tiene una de las frecuencias más insufribles del planeta. Muchachos, no es lo mismo mandar un bondi cada 10 minutos que 4 cada 20.
Digo, aparentemente no sólo los organigramas son obsoletos...
Los créditos están en la foto.