miércoles, 17 de agosto de 2011

Recepción

Javier González Fraga no es político. O mejor dicho, no trabaja como tal. Es cierto, es candidato, suele aparecer opinando de política económica, ha ocupado cargos de gobierno; pero no es un político.

Por eso dice esto:

El candidato a vicepresidente reconoció también que la derrota de su espacio estuvo fundada en que "la sociedad no ha sido receptiva a discutir sobre la inflación, la corrupción, el federalismo, el desarrollo social y no usar a la pobreza simplemente como un cliente político".

¿La sociedad no ha sido receptiva? ¿No será acaso que los planteos de la oposición fueron tan berretas que no lograron interesar respecto de temas tan álgidos? ¿No será que ninguno de los candidatos opositores carecía de perfil para convencer al padrón de que tenía soluciones para esos problemas?

Hubo poquísima autocrítica en la oposición. Mucho menos que la deseable, en todo caso...

martes, 16 de agosto de 2011

Ay, Lila, Lila...

Lila dijo que era ella la razón de la derrota.

Chocolate for the news, Lila!

Ni tan tan...

Leemos una nota de Santiago Kovadloff en La Nación

"La oposición no existe como tal ni existió tampoco en esta oportunidad. Hubo y hay diversidad de voces que dicen, ante todo, de la dificultad que tienen para escucharse unas a otras. Y la gente castigó esa insolvencia para el acuerdo. Si se sabía que la economía podía tener un papel decisivo en la orientación política de las capas medias, ¿por qué no se supo persuadir al electorado, durante la campaña, de lo que iba a hacerse en esta materia, preservando lo indispensable y transformando lo necesario? Basta una respuesta: la percepción política de quienes lideraron las distintas fuerzas opositoras en estas primarias fue inadecuada para generar confianza y consenso donde tanta falta hacían. El electorado no oficialista manifestó claramente su disconformidad profunda con lo que los adversarios del Gobierno le ofrecían. Tal es la conclusión ineludible que ponen de manifiesto los resultados del plebiscito de anteayer. En otras palabras, ese electorado prefirió lo que había al balbuceo. Y se volcó hacia el Gobierno".

Más allá de la dureza de Kovadloff, que me parece acertada, quiero decir dos cosas en las que no estoy de acuerdo.

Primero: es cierto que el voto castigo a la oposición. Pero no sólo por timorata, sino porque entró en un juego polarizador del que el Kirchnerismo abusó, y del que la gente estaba cansada. Ningún opositor preservó lo indispensable y modificó lo necesario (salvo la propuesta de Binner) sino que todos se dedicaron al hobby de la política argentina: prometer romper todo lo que hizo el anterior.

Segundo: no se puede decir que "el electorado prefirió lo que hay al balbuceo". El electorado prefirió un gobierno que, guste más o menos, luce sólido, frente a la nada. Y no olvidemos que esa elección la hizo un 75% del padrón, nada menos.

Y ojo: no estoy tan seguro de que una oposición menos fragmentada hubiese conseguido mejor performance. Quizás, una oposición más convincentemente unida, y no un rejunte, hubiesen sido una alternativa superadora. Pero las payasadas que se hicieron, esas si que no.

lunes, 15 de agosto de 2011

PASO

Las reflexiones respecto de las primarias irán apareciendo desordenadas, a medida que vayan surgiendo. Acá van algunas.

- Derrota durísima, merecidísima, de Elisa Carrió. Crítica de la polarización del gobierno pero polarizadora ella misma, personalista hasta la médula, consiguió perder casi 4 millones de votos respecto de la pasada presidencial. La CC hizo un papelón, y como corolario quién salió a hablar ayer fue el candidato a Vice, Adrián Pérez. Lila ni asomó. Vergüenza y al descenso.

- Derrota, dura y también merecida, de Pino Solanas, que no podrá contar con candidato para octubre por no haber conseguido los votos necesarios. Castigo por pecar, de nuevo, de individualista. Por bajarse de la pelea presidencial, por no negociar con el FAP.

- Gran resultado para el FAP. El espacio político comandado por Binner realmente sumó una cantidad de votos muy considerable, y quedó a menos de 2 puntos de Duhalde y Alfonsín. Sería deseable que ese espacio continúe, con las mismas convicciones, como alternativa progresista.

- Desilusión para Duhalde y Alfonsín. Ambos necesitaban sumar el 20% para tener chances. Así, si bien todo es posible, se pone muy complicado forzar la segunda vuelta en octubre.

- El voto del campo es una saraza total.

viernes, 12 de agosto de 2011

Domingo

"Los poderosos siempre lo han sabido. La reincorporación de los excluídos entrañana una reducción de sus privilegios. Por eso a los excluídos que tomaban conciencia de su exclusión se los trataba de herejes, cualesquiera fuesen sus doctrinas. En cuanto a estos, hasta tal punto los cegaba el hecho de su exclusión que realmente no tenían interés por doctrina alguna. En esto consiste la ilusión de la herejía. Cualquiera es hereje, cualquiera es ortodoxo. No importa la fe que ofrece determinado movimiento, sino la esperanza que propone. Las herejías son siempre expresión del hecho concreto de que existen excluídos. Si rascas un poco la superficie de la herejía, siempre aparecerá el leproso. Y lo único que se busca al luchar contra la herejía es asegurarse de que el leproso siga siendo tal. En cuanto a los leprosos, ¿que quieres pedirles? ¿Que sean capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto? (...) Estos son juegos para nosotros, que somos hombres de doctrina. Los simples tienen otros problemas. Y fíjate que nunca consiguen resolverlos. Por eso se convierten en herejes"

Este fragmento de la novela "El nombre de la rosa" de Umberto Eco me parece apropiadísimo para los tiempos que se viven.

El lunes lo comentamos...

jueves, 11 de agosto de 2011

Boca de urna?

"El domingo puede pasar cualquier cosa. Este es el pronóstico de tres consultores que no trabajan para el Gobierno y cuyas encuestas anticiparon mejor que las demás el resultado de las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe o Córdoba. Cualquier cosa puede ser, por ejemplo, que Cristina Fernández obtenga mucho más que el 40% de los votos. Que logre, por ejemplo, el 48%. De hecho, ése es el porcentaje que le otorga la encuestadora que más se acercó a los resultados anteriores cuando proyecta los indecisos, pero para las elecciones presidenciales de octubre. También puede suceder que no llegue al 40%, aunque esto no aparece en ninguna estadística previa."

Esto es un fragmento de una nota de Luis Majul de hoy, en La Nación

En la Varietè no creemos en las encuestas como un pronóstico ni una premonición. Creemos en las encuestas como un elemento más del manejo de la opinión pública; máxime cuando se trata de encuestas electorales, tan terriblemente sesgadas más allá de lo que diga Majul ahi arriba.

Ahora, si vas a poner que la encuestadora más acertada en los comicios hasta acá le da 48% al kirchnerismo, y que nadie le da menos de 40%, pero que ambas cosas son igualmente probables, ¿para qué citás encuestas?

Cualquiera puede creer que la imagen o la intención de voto a Cristina Fernández sea más baja de lo que vaticinan mucho, en base al crecimiento de otros candidatos y a diferentes problemáticas que le explotaron al Gobierno en los últimos meses. Es, por supuesto, válido.

Ahora, contradecir a las encuestas que vos mismo citás? Mmmmm....

lunes, 8 de agosto de 2011

Hoy tiré viejos mails

Tengo dos casillas de mails que tienen, aproximadamente, 7000 mails cada una. Bueno, en realidad la más abultada, que tenía casi 8000, ahora tiene 6700 y pico merced a un drástico vaciado de mails que acabo de terminar.

Es realmente caleidoscópica la sensación de borrar mails. Es como si Gonzalito pudiera pasarte la cinta de las llamadas telefónicas de los últimos 2 años. Sería impresionante.

Esto es algo parecido. Encontré mails boludos que terminaron siendo fundamentales, y viceversa. Aquél de una entrevista del que hoy es tu laburo. Aquél de esa chica que ni en pedo te iba a dar bola, y efectivamente no te la dio. Y aquél de la que hoy es tu novia, cuando todavía era "la amiga de".

Se me ocurre que esa capacidad de revisionismo voyeur es propia de la era virtual. Digo, las cartas se pueden guardar, pero eran muchísimas menos. Si alguien tuviera guardadas 14 mil cartas necesitaría un armario para ellas. Y para grabar 14 mil conversaciones de teléfono harían falta un ejército de Gonzalitos.

Todo eso pasa en 3 gigas por casilla, un poco menos de la mitad de su capacidad total. Es poco.