Recojo varias ideas de lo que dejó la Copa América. Matizo todo lo que será dicho a continuación con dos comentarios. El primero es que esto es sólo una opinión, atendible como las demás. El segundo es que el fútbol, en la Varietè, cada vez nos parece menos deporte y más cualquier otra cosa. Y no es responsabilidad de los protagonistas en el campo.
- Acá queremos que Messi siga jugando en la Selección. Y queremos que se entienda, de una buena vez, que ningún jugador hace un equipo. Que un equipo es más que 11 tipos que juegan bien, y que ni siquiera Messi puede arrastrar a 11 tipos, si estos no conforman un equipo. Recuerden a Maradona, a Pelé, a Cruyff, a cualquier otro, y díganme si el talento de esos tipos no se edificaba sobre el laburo de un equipo.
- Messi puede hacer lo que quiera. Se puede retirar de la Selección. Del fútbol. Se puede poner un parripollo en Rosario, o en Barcelona. O se puede ir a jugar a la Play. No le debe explicaciones a nadie. Nadie puede decirle derrotista, ni pedirle nada.
- Esto es porque es injusto, y a mi entender, incorrecto, pedirle a un deportista que sea un ejemplo. Messi juega a la pelota. Y cuando quiera, deja de jugar. Quizás Messi está cansado de ser tapa de los diarios por cualquier gilada desde que tiene 18 años. Quizás se pudrió de que le reclamen gansadas. O quizás, efectivamente, se siente derrotado, y, si tal es el caso, es tema de Messi. De su familia, de sus amigos. Eventualmente, si tengo que elegir un ejemplo para mis hijos, el que elijo soy yo, igual que Messi hace con su vida. Ojo: el mismo negocio del fútbol contribuye a esta injusticia, cuando traslada el fervor patriótico a un evento deportivo.
- Vuelvo a lo anterior. Basta de salvadores. Basta de buscar el Mesías. Al fútbol se juega de a 11. Sobre un plantel de 23. Todo eso influye de diferentes maneras ¿Por qué es más importante el penal errado de Messi que el hecho de que Martino decidió poner a Banega y a Di María en una pierna? ¿Por qué la jugada que desperdicia Higuaín es más importante que el hecho de que tuvimos 3 jugadas de gol en todo el partido? Parece mentira que haya que seguir aclarando que el deporte de equipo depende del equipo. Y parece mentira que sigamos buscando salvadores (en todas las áreas).
- Hace poco estuve en Chile. Un taxista local me charlo todo el viaje sobre Marcelo Bielsa. En la Varietè somos bielsistas, así que gustosos respondimos ¿La frase que más veces dijo el taxista? "Bielsa hizo escuela". Pues bien, es hora, capaz, de que hagamos escuela, de que la Selección Argentina no sea una parada, sino un camino. Alemania pasó 24 años con una idea, se bancó salir segundo en un mundial en casa, y ahi está, es la campeona vigente, con una liga poderosa, con la misma conducción que hace mucho.
- Finalmente. Si, claro. Hay cosas más importantes. "El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes.", dijo Valdano. Por supuesto que darle demasiada importancia a esto en detrimento de otras cosas es perjudicial. Pero tampoco me parece justo aplicar ese criterio irreflexivamente, porque, en ese caso, habría que hacer un ranking de cosas importantes, e ir dándole bola en orden hasta resolverlas. No es así como funciona la cosa.
En fin.
martes, 28 de junio de 2016
martes, 7 de junio de 2016
Colegas
En este blog, el post obligado del 7 de junio es este. Copio una nota de mi amigo Luis Faraoni. Ella nos recuerda lo berreta y antojadizo del festejo del día del periodista, de que caiga justo en esta fecha, y de como ambos datos debieron habernos servido de anticipo de lo que iba a ser nuestro laburo.
Quizás la sigo recordando porque fue la primera vez que alguien, en términos tan claros, me anticipó cuán maravillosamente fregado estaba.
La profesión me dio muchos amigos. En algún momento, casi todos la pasaron mal en su laburo. O no tuvieron laburo. O no lo tienen. O se reconvirtieron y son otra cosa, como si la vocación fuese desmontable. Como el corderito de las camperas de los '80.
Desde siempre escucho leit motifs entre mis colegas amigos: Utpba traidora, duermo en la redacción, me censuraron, Ministerio de Trabajo, tengo 6 kioscos, nadie respeta el estatuto. Amigos que laburaron en muchos medios, algunos tienen mi edad de experiencia, pero los temas se repiten.
Hoy hay varios compañeros sin laburo. Y muchísimos más que vienen de años sub empleados, cobrando como pueden, cuando pueden, y haciendo malabares. Imaginen un médico que cobre la consulta a 60 días. Difícil, ¿no?
Y sin embargo, recorriendo las redes sociales leo, a pesar de todo esto, a compañeros que recuerdan a sus maestros. A quienes los empujaron a esta profesión. Los leo agradecidos, esperanzados. Cínicos, claro, que si no no seríamos periodistas. Pero levantando la frente.
Los que luchan. Los que se autogestionan. Los que no se autocensuran. Los que van para adelante.
Me cuesta meterme en ese grupo. Soy un empleado con la panza llena. Pero, en un punto, me siento parte. Por debatir un título. Por editar, en mi cabeza, las notas que leo, una práctica automática que no puedo sacarme. Por este blog, que es lo que tengo por ahora. Por no censurarme ni traicionarme. Por algún proyecto que anda dando vueltas...
Yo también les agradezco. A los que me empujaron para este lado. A los que lo recorrieron y lo recorren conmigo. A los que, desde pequeños lugares, le dan a esta profesión un lustre que, en muchas otras, ya está gastado. ( A medida que envejezco me enchotezco, ustedes disculpen).
Y los invito, para cerrar, a no olvidarnos de que la única forma en la que vamos a poder trabajar para una prensa independiente, inteligente, libre y de calidad, es cuando todos tengamos laburos dignos y hayamos roto el esquema que nos pone a los laburantes al pié del cañón.
A todos ustedes, geniales cagatintas, Feliz Día.
Quizás la sigo recordando porque fue la primera vez que alguien, en términos tan claros, me anticipó cuán maravillosamente fregado estaba.
La profesión me dio muchos amigos. En algún momento, casi todos la pasaron mal en su laburo. O no tuvieron laburo. O no lo tienen. O se reconvirtieron y son otra cosa, como si la vocación fuese desmontable. Como el corderito de las camperas de los '80.
Desde siempre escucho leit motifs entre mis colegas amigos: Utpba traidora, duermo en la redacción, me censuraron, Ministerio de Trabajo, tengo 6 kioscos, nadie respeta el estatuto. Amigos que laburaron en muchos medios, algunos tienen mi edad de experiencia, pero los temas se repiten.
Hoy hay varios compañeros sin laburo. Y muchísimos más que vienen de años sub empleados, cobrando como pueden, cuando pueden, y haciendo malabares. Imaginen un médico que cobre la consulta a 60 días. Difícil, ¿no?
Y sin embargo, recorriendo las redes sociales leo, a pesar de todo esto, a compañeros que recuerdan a sus maestros. A quienes los empujaron a esta profesión. Los leo agradecidos, esperanzados. Cínicos, claro, que si no no seríamos periodistas. Pero levantando la frente.
Los que luchan. Los que se autogestionan. Los que no se autocensuran. Los que van para adelante.
Me cuesta meterme en ese grupo. Soy un empleado con la panza llena. Pero, en un punto, me siento parte. Por debatir un título. Por editar, en mi cabeza, las notas que leo, una práctica automática que no puedo sacarme. Por este blog, que es lo que tengo por ahora. Por no censurarme ni traicionarme. Por algún proyecto que anda dando vueltas...
Yo también les agradezco. A los que me empujaron para este lado. A los que lo recorrieron y lo recorren conmigo. A los que, desde pequeños lugares, le dan a esta profesión un lustre que, en muchas otras, ya está gastado. ( A medida que envejezco me enchotezco, ustedes disculpen).
Y los invito, para cerrar, a no olvidarnos de que la única forma en la que vamos a poder trabajar para una prensa independiente, inteligente, libre y de calidad, es cuando todos tengamos laburos dignos y hayamos roto el esquema que nos pone a los laburantes al pié del cañón.
A todos ustedes, geniales cagatintas, Feliz Día.
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