No es necesario explicar la influencia que Estados Unidos tiene en las instituciones internacionales de crédito. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo son, principalmente, organismos liderados (se podría decir coaccionados) por el país del norte.
Ahora bien, el Congreso de los Estados Unidos viene posponiendo desde hace tiempo medidas que serían clave para darle a China y a otros países mayor participación en dichas instituciones, en desmedro de sus aliados, que solían ser más poderosos pero que en la actualidad se ven sobrepasados por China.
Por eso China decidió hacerse un banco propio. El enlace es en inglés, pero básicamente señala la intención de generar un Banco Asiático de Infraestructura e Inversión (Asian Infraestructure Investment Bank, AIIB).
Uno puede pensar lo que guste de China. Pero es la segunda economía más grande del mundo. Y muchos creen que puede ser la primera en no mucho tiempo. Debería tener más poder en las instituciones multilaterales de crédito. Pero no lo tiene.
Entonces se arma uno.
¡Quilombo! Claro, a los organismos tradicionales les rompe los esquemas tener a un rival enfrente. Alguien que les diga "no quiero tu plata". Pero ese era solo el inicio.
Los aliados europeos de Estados Unidos empezaron a mirar con buenos ojos al AIIB. Decidieron sumarse. Inglaterra, Francia, Alemania, Italia. Todos pidieron un lugarcito, y USA no pudo hacer nada para detenerlos.
Desde el país del norte hicieron lo que siempre: amenazaron. "Espero que antes de firmar los compromisos finales, cualquiera que preste su nombre para esta organización se asegure de que la gobernancia sea apropiada" dijo Jack Lew, secretario del Tesoro norteamericano.
Lo más cómico lo dijo un analista, Tom Miller, del grupo de investigación independiente Gavekal Dragonomics de Pekín: "Desde Zambia hasta Liberia, desde Sudán del Sur hasta Myanmar, su política de colaborar con gobiernos sospechosos resulta contraproducente".
O sea: No te dejo meter baza en mi banco. No te dejo armar el tuyo. Amenazo a los que si se quieren sumar. Y además te critico por colaborar con "gobiernos sospechosos", olvidando convenientemente la colaboración con incontables regímenes dictatoriales a lo largo de la historia.
Podría ser una joda, si no fuese tan dolorosamente cierto.
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